En directo | UD Almería-Burgos

Por eso, como dicen los copilotos en las pruebas de automovilismo, 'cuidado, barro', no porque el sistema de juego del Burgos pueda ser de los de posicionarse en el campo para 'embarrar' el duelo, sino porque siempre se ha dicho que 'el halago debilita' y los resbalones, que tienen que llegar –o no–, hay que evitarlos a base de no dar opciones por no estar avisado. El Almería lo sabe porque el conjunto burgalés es de los que, como ya dijo Rubi en rueda de prensa el pasado viernes, es un equipo que no deja espacios, por lo que habrá que tirar de paciencia. Lo bueno, para la UDA, es que este siempre marca en casa y su rival ha estado cinco partidos, de los siete que ha jugado fuera, sin ver portería. Pero también, como queda dicho, cada partido es diferente y nadie asegura que, como en sus otros dos partidos lejos de El Plantío, no vaya a hacerlo hoy. En esos dos partidos hizo cinco goles, que no es una cifra que deba considerarse como despreciable.

El Almería está en la cresta de la clasificación y del rendimiento previsto para este tramo de la competición. Puede que en los dos últimos partidos, en los que el trabajo fue más brillante en el aspecto defensivo, nunca dio su brazo a torcer por más que los rivales que hubo delante intentaran 'quitarle de la cabeza' la victoria. La del pasado martes en El Molinón-Enrique Castro 'Quini' llegó por convencimiento, por inteligencia. El Sporting quiso guardar el empate, echarse atrás y la decisión, después de lo sucedido, fue errónea. El Almería, con el balón, es letal. Volcó el campo a su favor y avisó dos veces antes de conseguir el tanto que le dio la victoria, que no fue circunstancial por llegar en el descuento y sí fruto de creer que se podía conquistar el premio que había en juego. Porque ese 'valor' de los puntos lo es para la UDA, que sigue líder sólido, y lo hubiese sido para un Sporting que no encontró el camino.

Los indálicos dan la sensación de estar en un momento dulce, como se desprende de esos dos partidos un tanto 'trabados' que, sin embargo, sacó adelante, pero seguramente no sea fruto de la casualidad si se entra en el análisis global de la temporada. De hecho, solo en dos partidos se quedó sin marcar –en las visitas a Ponferrada e Ipurua–, es el equipo que ha ganado partidos de un modo más holgado y eso, si es circunstancialmente, no es meritorio, pero cuando hay continuidad está claro que no responden a lo casual y sí a lo causal.

Qué duda cabe que es fruto de un equipo que rinde alrededor de jugadores que tienen su sitio 'anclado' en el campo como Fernando, bajo palos; César de la Hoz y Samú Costa, en el centro del campo, o Francisco Portillo en esa zona en la que el trabajo tiene premio. Tal vez sean los insustituibles, jugadores que a no ser por causas de fuerza mayor son fijos. El cansancio de estar en el campo durante la gran mayoría de minutos juega en su contra, pero está claro que son fijos para Rubi por lo que aportan.

Por delante del primer capitán, los costados son cosa de Juanjo Nieto o Pozo y de Álex Centelles o Sergio Akieme, que son los que se juegan esas dos plazas. Pozo ha tenido más minutos que el castellonense, por lo que este podría estar en el once, como el parleño por la izquierda. El problema está en el centro de la zaga, con Chumi que tiene puesto fijo como único central diestro –Carriço tiene para dos o más meses–, Babic e Iván Martos 'acuden' a la disputa por la otra plaza, aunque el balcánico está en la misma cresta de la ola de rendimiento que tiene la UDA, demostrando haber crecido mucho.

Puigmal descansó en Gijón y podría aparecer en la cita de hoy, si bien Curro Sánchez jugó 65 minutos y también puede ser complemento en esa zona de enganche por la que el citado Francisco Portillo también deambula para aportar creación y último pase. Pozo, Appiah o Lazo, trasladando al malagueño a partir desde la derecha, pero siendo siempre 'alma libre', podrían aparecer en la segunda línea, con Sadiq o, incluso, Dyego Sousa en punta. Sadiq 'necesita cariño' –entiéndanse goles– y ante el Burgos puede ser esa oportunidad para ver puerta, por su facilidad para sorprender y agotar a sus defensores.

El problema del Burgos lo es para lo bueno y para lo malo y responde a las obligaciones de los de Julián Calero. De la parte que sirve de aviso porque los hace peligrosos ante la necesidad. Tiene el problema del cansancio, pues jugó el jueves y tiene dos días menos para recuperar que la UDA, pero la situación no es diferente a la que tuvo el equipo indálico entre el partido frente al Leganés y el disputado en El Molinón, de donde regresó el miércoles, mientras el Burgos jugó en casa.

En El Plantío mereció más frente al Real Zaragoza, pero la acumulación de partidos le condujo a 'partirse' y a sufrir una derrota que debió estar lejos por su juego de no permitir al rival generar –como posiblemente intente hoy en Almería– y que corre para sorprender a la contra y reservarse atrás, sobre todo si se adelanta, porque es ordenado y muy solidario en defensa. Como visitante solo ha ganado un partido, pero lo hizo ante el Real Oviedo, que esta temporada está haciendo encuentros interesantes.

El conjunto burgalés, que tenía previsto partir en vuelo chárter a las diez de la mañana de hoy, también los ha hecho, con victorias ante Real Valladolid, Mirandés y Huesca. Además, tiene jugadores con nombre y buen rendimiento como Valcarce, Saúl Berjón o Álex Alegría, los dos últimos hicieron goles ante la UDA, Berjón en su etapa en el Eibar la tarde de la destitución de Francisco y últimamente con el Real Oviedo, y el último los firmó tanto con el Numancia como últimamente con el Sporting.