El Almería, del avión al diván
El conjunto rojiblanco se centra en recuperar el estado anímico después de no ver puerta en los tres últimos partidos y antes del parón
Juanjo Aguilera
Almería
Domingo, 18 de septiembre 2022, 23:32
No es la primera vez que la UDAlmería está tres jornadas seguidas sin sumar ni un punto. El curso pasado, que no el año anterior, ... el conjunto rojiblanco pagó con creces una situación parecida a la de ahora, en la que encadenó tres derrotas consecutivas con solo un gol y se podría ir más atrás porque fueron cinco jornadas seguidas en las que el equipo no consiguió reponerse a la ausencia de Sadiq Umar, que estaba entonces con Nigeria en la Copa de África y que regresó justo para jugar la segunda parte frente al Real Oviedo, también sin consecuencias positivas.
El caso es que aquella UDAlmería como la actual, también dirigida por Joan Francesc Ferrer Sicilia 'Rubi', necesitó de un momento de reflexión, que no parón competitivo como puede haberlo ahora, para 'sentarse en el diván' y analizar qué pasa.
No es cuestión de psicología, sino de mejorar aspectos tangibles. Lo primero y principal es cuestión de paciencia y confianza, si es que, como se ha dicho, la plantilla tiene jugadores aptos para jugar en Primera División. Pasado un tiempo prudencial sí será momento de pedir 'responsabilidades' en una Liga que no tiene nada que ver con la que ha sido 'la casa' indálica desde la 2015/16. Pero la venta de Sadiq ha propiciado un 'panorama' diferente que obliga a que jugadores llegados en el último minuto, sin haber hecho pretemporada, y, aunque talentosos, jóvenes lo hagan con el peso de una responsabilidad que también tuvieron en su día Darwin Núñez –el fichaje más caro en la historia del Liverpool– tardó 13 jornadas en marcar su primer gol –de penalti– frente al Extremadura y el mismo Sadiq marcó su primer gol con la UDA en la séptima jornada.
Más problemas
El problema no se circunscribe única y exclusivamente a sus sustitutos. El Almería tenía inicialmente a Dyego Sousa y Marko Milovanovic para ser posibles sustitutos en caso de su salida, y a El Bilal Touré, que se 'cruzó' en el camino con la salida de Sadiq. Pero el gol no es cosa solo de quienes aparecen con 'licencia para matar', aunque sí es cierto que son los llamados a ello.
El Almería pasa por una fase en la que no se crea o no se encuentra el camino hacia el gol y, de 'aquellos polvos, estos lodos'. El equipo indálico tiene a solo cuatro equipos que hayan disparado menos a puerta contraria después de las seis primeras jornadas, que serían seis si se observa el disparo entre los tres palos. Y no es que el equipo rojiblanco no sea capaz de crear. Está en una aceptable línea de acierto entre lo que se dispara, de inicio, y la dirección entre los tres palos, finales. El problema está en el acierto, que no da para soñar.
En las tres primeras jornadas, el conjunto rojiblanco sumó cuatro goles, después de dirigir entre palos 18 disparos de los 33 que intentó. Esa cifra ha ido en 'desuso'. Ha bajado la finalización y también el 'acierto', cara al gol o simplemente en la búsqueda de la portería rival. Es cierto que en Valladolid 'no se mal', pese a la derrota. De los nueve intentos con los que finalizó la 'hoja de servicios', solo dos no encontraron la portería defendida por Sergio Asenjo. Sin embargo, ante Osasuna se tocó 'fondo', con puede que un mal partido en el que de los siete intentos solo dos fueron a portería, con una renta deficitaria cara al gol. En Palma de Mallorca, el sábado, el equipo rojiblanco se quedó con 1/3 de 'acierto' pues tres de los nueve intentos fueron a la meta defendida por el conjunto mallorquín.
La deficiencia
El déficit está en la nulidad cara al gol mostrada por el equipo rojiblanco, que requiere de 'estudio' porque el gol es lo que, en definitiva, da o quita presiones. El Almería, ahora mismo, está presionado por ese déficit con el que ha actuado en las últimas tres jornadas, en las que también se ha visto afectado el nivel del juego.
Este se ha visto afectado por aspectos a los que se obtuvo rendimiento, como la velocidad. El conjunto rojiblanco, sacando renta del robo y de la velocidad, consiguió meterle 'miedo' a Real Madrid, puso mimbres para haberle ganado al Elche y logró la victoria en el partido en casa frente al Sevilla.
Pero esos tres últimos partidos han llevado, incluso, a Rubi a desesperarse. Su «no le hacemos un gol ni al arco iris» es la consecuencia a esas dificultades que muestra el equipo que, con el parón, se enquistan en el subconsciente de una plantilla con el peso de la obligación.
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