Un Almería acude sin alma ni honra para pelear por ganar
Los rojiblancos 'aparecen' tarde en el partido, cuando ya perdían 0-2, con errores propios y ajenos, en el peor partido de la temporada, el primero en el que ni compite
Como la cerveza o los refrescos para 'adelgazar'. El Almería ha sido hoy un equipo 0.0, sin alma y sin honra, maniatado por sus ... propios errores ante un rival que supo hacer 'leña del árbol caído' en el que tal vez sea el peor partido de los rojiblancos en lo que va de campeonato. Hasta ahora, en los empates y en las derrotas, casi en todos esos escenarios, el equipo indálico dio la cara, se la partieron muchas veces, pero hoy el equipo salió al campo con cortes en la cara justo cuando se 'maqueaba' para saltar al terreno de juego. En ocho minutos ya había encajado dos 'puñaladas traperas' que le hicieron desangrarse sobre el terreno de juego.
UD Almería:
Luis Maximiano; Marc Pubill, César Montes, Aleksandar Radovanovic (Marcos Peña, m. 20), Álex Centelles; Édgar González, Lucas Robertone (Dion Lopy, m. 76); Largie Ramazani, Jonathan Viera (Luka Romero, m. 63), Sergio Arribas (Adrián Embarba, m. 46), y Marezi (Leo Baptistao, m. 46).
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Atlético Osasuna:
Sergio Herrera; Jesús Areso, Alejandro Catena, Jorge Herrando, Juan Cruz (Johan Mojica, m. 77); Jon Moncayola (Pablo Ibáñez, m. 77), Iker Muñoz, Moi Gómez; Rubén García (Rubén Peña, m. 65), Ante Budimir (Raúl García, m. 77) y José Arnaiz (Aimar Oroz, m. 55).
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Goles: 0-1, m. 1. José Arnaiz. 0-2, m. 8: Ante Budimir. 0-3, m. 61: Iker Muñoz.
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Árbitro: González Fuertes, asturiano; auxiliado en el VAR por el madrileño Pizarro Gómez. Amonestó a Leo Baptistao (m. 50), Lucas Robertone (m. 50) y Marcos Peña (m. 77), de la UD Almería, y a José Arnaiz (m. 37), Jesús Areso (m. 44), de Atlético Osasuna.
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Incidencias: Partido correspondiente a la jornada trigésima del Campeonato de Liga de Primera División, Liga EA Sports, celebrado en el Power Horse Stadium, con 10.565 espectadores. Los rojiblancos saltaron al campo con camisetas de apoyo a la Asociación ALTEA, de padres y madres con hijos con espectro autista.
Primero por un error propio, tras un balón recuperado por Jon Moncayola, con servicio para un Jesús Areso que hizo una 'zanja' por la banda derecha de su ataque de tanto entrar por ella y que asistió a José Arnaiz al que la acción de Budimir para arrastrar a los centrales le dejó solo un poco más atrás del punto de penalti para, con toda la comodidad del mundo, controlar el balón y ponerlo al fondo de las mallas de un Luis Maximiano que no pudo llegar con su estirada. El segundo fallo nace en una doble pésima decisión. Primero la cesión atrás de Aleksandar Radovanovic, luego el intento de Luis Maximiano de llegar para no dejarla salir, con posterioridad su cesión a zona 'poblada' por la que apareció Moncayola para asistir a Ante Budimir, que puso el segundo de Osasuna.
Luego faltó 'alma' y 'honra'. Decía José Tomás cuando toreaba que él dejaba el cuerpo en el hotel y toreaba con el alma. El Almería jugó sin alma, con el cuerpo, ante un rival que olió sangre y que le desangró. Lo de la honra basta sólo con ver el partido, pero mejor no verlo porque es, sin lugar a dudas, el peor de la UD Almería en lo que va de temporada.
En tres toques
No dio muchos toques más Osasuna para adelantarse en el marcador. Fue en la segunda llegada del equipo navarro ante el marco de Luis Maximiano. El balón lo cogió Jon Moncayola en el centro del campo, se lo puso a Jesús Areso que le ganó a Álex Centelles y su centro al área, casi cerca de la línea frontal que la delimita, se lo acomodó José Arnaiz, al que Ante Budimir había dejado solo, y puso el gol para Osasuna, que demostró dejar tocado a los indálicos.
No fue demostrativo en la siguiente acción, pues en un robo de balón, en el 7, Sergio Arribas le puso el balón a Jonathan Viera y éste se lo cedió a Marezi para que buscara portería, pero el balón se marchó por encima del larguero. La siguiente acción sí que demostró que la UDA no había entrado en el partido. Un balón atrás de Aleksandar Radovanovic se fue a salvarlo Luis Maximiano, con el césped mojado, el balón salió por la línea de fondo, pero González Fuertes fue 'a su bola' y el VAR también que ni lo miró y lo que pasó fue que acabó dando una asistencia perfecta para Jon Moncayola que vio a Ante Budimir solo para ponerle el balón y que el croata hiciera su decimosexto gol.
Éramos pocos
Y lo peor no fue el resultado, sino también el 'panorama' porque Osasuna era dueño del balón, lo dominaba y lo movía a su gusto. Y para colmo se lesionó Aleksandar Radovanovic, con lo que Pepe Mel tuvo que dar entrada a Marcos Peña para retrasar a Édgar González al centro de la defensa. Aún así, la forma de crear peligro de Osasuna no la cortocircuitó el Almería. En un centro de Rubén García, en el 26, Ante Budimir mandó el balón fuera por muy poco.
Pero volvió a pasar lo que en tantos otros partidos porque el Almería no fue capaz de anteponerse a los errores, que los tuvieron todos los que no debían tenerlo, el propio equipo y otra vez el VAR. El equipo indálico careció de salida de balón, no tuvo criterio para sacarlo cuando debió haberlo y estuvo a merced de un Osasuna que supo hacer lo justo para, tenido el balón, no sufrir en la primera parte.
Caras nuevas
En la segunda, modificó hombres, pero no sinergias, Pepe Mel, que dio entrada a Leo Baptistao y Adrián Embarba en lugar de Sergio Arribas y Marezi. Sí es cierto que hubo más llegada, pero la misma finalización, que fue ninguna. Largie Ramazani la tuvo por dos veces. Antes, en el 48, fue con un disparo de Marc Pubill, que ganó la espalda a su defensor por banda derecha. En el 52, la ocasión la firmó el belga, que pecó de 'chupón', disparando a portería fuera, con Adrián Embarba apareciendo solo por la izquierda. La segunda fue en el 59, con otro disparo cruzado que se fue fuera. La que no se fue fuera fue la que tuvo Iker Muñoz, que aprovechó un balón de cabeza de Catena, al que le cayó el balón después de un centro desde la derecha. El jugador osasunista puso el 0-3.
No hubo fútbol, pero careció de capacidad para demostrar que estaba vivo. El primer disparo entre los tres palos de los rojiblancos fue de Adrián Embarba, como consecuencia de un lanzamiento de falta que Sergio Herrera mandó a saque de esquina ante la desesperación de un conjunto rojiblanco incapaz de hacerle daño a un Atlético Osasuna que no debió forzar mucho más y que pudo aumentar las diferencias en una acción a la que no llegó Rubén Peña por poco. El otro Peña, el indálico, pudo hacer el gol del honor, el de la honra, pero el disparo se marchó despejado por Sergio Herrera.
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