Tres puntos para el miedo
Repóquer ·
«Es el momento de cambiar dinámicas. Perder en casa para un equipo de las características de este Almería entra dentro de lo normal. La anomalía es ser el peor visitante de la liga y el tercer mejor local»Alejandro Asensio
Almería
Domingo, 5 de marzo 2023, 22:16
Se le atribuye al historiador romano Tito Livio aquello de que «el miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son». ... Es por esto que nuestras decisiones pueden verse condicionadas por esa visión pesimista de la realidad. Atenazados por el miedo somos menos agresivos, más dóciles. Menos ambiciosos. Condicionados por esta percepción derrotista, el Almería de Rubi salió a verlas venir contra el Villarreal. El miedo. Hay quien incluso lo llama prudencia.
La ocasión inicial del Almería, a cargo de Baptistao, sólo –tildo el adverbio por el qué dirán– fue la antesala de un espectáculo de temor, poca ambición y pánico al fracaso, que permitió al Villarreal mover la pelota a su antojo, llevando incluso a los centrales a la frontal del área rival en los primeros minutos. Pau Torres parecía un mediapunta asistiendo a un Foyth que hacía las veces de extremo derecho. Se sobreentiende que el plan de Rubi era meterse atrás para salir con energía utilizando a Luis Suárez, Baptistao, El Bilal y Embarba, quienes te aseguran presencia y actitud ofensiva. Pero los planes a veces no funcionan. También cabe preguntarse, tras haber vencido en un partido épico al líder, qué habría pasado si los locales, en lugar de limitarse a verlas venir, hubiesen intentado disputarle la pelota a un equipo que tampoco tenía muy claro qué hacer en los últimos metros. La táctica inicial fue novedosa, contábamos con dos hombres de banda con un claro carácter ofensivo y dos puntas. A pesar de esto, el equipo saltó al terreno de juego acobardado y con poca voluntad de someter al rival, lo cual parece un contrasentido. En cualquier caso, caer derrotado contra un conjunto de la entidad del Villarreal parece algo esperable. Igual que lo hubiera sido hacerlo contra un Barcelona al que se le superó con eficacia. Es probable que, si antes de afrontar estas dos temidas jornadas, nos hubieran preguntado acerca de si veríamos con buenos ojos empatar ambas, habríamos respondido afirmativamente sin dudar. Con esa victoria inesperada ante el conjunto blaugrana, el global final de puntos tras los dos envites arroja un mejor balance incluso que habiendo empatado los dos partidos.
Por delante nos encontramos con una semana difícil en la que ese miedo del que hablaba Tito Livio nos va a llevar a analizar la situación con una perspectiva bastante más oscura de la que lo hicimos la semana anterior. Pero es el momento de cambiar dinámicas. Perder en casa para un equipo de las características de este Almería entra dentro de lo normal. La anomalía es ser el peor visitante de la liga y el tercer mejor local. En Sevilla habrá una nueva opción de afrontar con valentía y no con miedo un partido entre dos equipos que, aunque pueda sonar sorprendente, luchan exactamente por lo mismo. Ganar fuera es posible siempre que se ponga en liza todo lo que hay que poner. Que los puntos se los lleve el mejor, pero que ese 'mejor' no sea el miedo.
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