¿Cómo se pone en marcha una 'startup'?

La Ciudad Condal se mantiene como el principal núcleo de 'startups' de España con una concentración del 28,4 %. A poca distancia se sitúa Madrid con un 27,1 % de registros de 'startups'. En tercera posición, Valencia, que a pesar de estar en el top-3 aglutina tan solo un 5,2 % de empresas emergentes.

A nivel europeo, Barcelona y Madrid son dos de las diez ciudades europeas con mayor atracción para los emprendedores de Europa. Sin embargo, Londres, Berlín, París y Ámsterdam se sitúan por delante de los 'hubs' españoles.

En cuanto a países, España se sitúa como el cuarto destino tecnológico a nivel europeo para el talento tecnológico. Las ciudades españolas son un perfecto ecosistema para los emprendedores y sus negocios emergentes.

Antes de abrir el negocio, es necesario llevar a cabo un estudio de viabilidad de la idea y responder a las primeras dudas que surgen para dar el paso definitivo y registrarse en los organismos oficiales de la forma más segura posible.

Las primeras cuestiones a resolver son qué necesidad, problema o deseo resuelve tu idea. En este punto es importante recordar que las ideas no están protegidas por la Ley de Propiedad Intelectual. Es necesario vigilar quién conoce la idea de negocio que se está planteando.

El siguiente paso en el desarrollo de la idea es manejar el público a quien se dirige la startup y realizar una investigación de la competencia. El sector que más aglutina este tipo de compañías es el comercio electrónico con un 24 %, según el informe de la Fundación Mobile World Capital.

Según este mismo estudio, el mismo porcentaje de nuevas compañías, solo en Barcelona, estaban relacionadas con este sector. Los expertos en aceleradoras en 'startups' consultados por este diario señalan en buscar la característica que diferencia tu producto del de los competidores.

Difícil financiación

La inversión media por startup se ha triplicado en los últimos tres ejercicios hasta pasar a los 710.000 euros en 2016, lejos de los 200.000 euros de 2014. Aunque el flujo de dinero haya aumentado, el análisis financiero es uno de los puntos clave para alargar la vida del futuro negocio.

Las startups españolas levantaron 502 millones de euros de inversión en 2016, lo que supone un 12,8 % menos respecto a los 576 millones obtenidos en 2015. De nuevo Barcelona es la ciudad española que encabeza las inversiones con un 56 % del total, seguido de Madrid con 173 millones de euros.

Trámites burocráticos

Una vez repasado y asentado el plan de negocio, el siguiente paso es hacer oficial la empresa y comenzar con los trámites burocráticos para comenzar a trabajar. El primer lugar de visita es el Registro Mercantil, ya que esta oficina pública es la encargada de expedir la solicitud de la certificación negativa del nombre. Con ella se acredita que no existe otra sociedad con el mismo nombre que la tuya.

Los siguientes pasos son el pago del depósito bancario en una entidad financiera del capital social exigido según sea el tipo de sociedad que has elegido. A continuación, la creación de los estatutos y las escrituras de constitución firmadas ante notario por los socios de la compañía para así poner en marcha la empresa.

Después se ha de solicitar el C.I.F. Este número supone la identificación fiscal de la empresa y se expide en la Agencia Tributaria. Es provisional durante los seis primeros meses y después ya se obtiene el definitivo. Solo tiene un límite y es necesario que se solicite los 30 días inmediatamente después a la constitución de tu sociedad.

En ese mismo plazo, se ha de liquidar el impuesto de transmisiones patrimoniales. Consiste en el pago del 1 % del capital social aportado al crear la empresa y pagarlo en la Delegación de Hacienda donde se encuentre domiciliada tu Sociedad. Por último, vuelta al Registro Mercantil para realizar la inscripción de la compañía.