El terrible testimonio tras la joven asesinada por un pastor menor de edad: «Descargó así su ira...»
Los vecinos aseguran que el adolescente, de 16 años, ha pasado una infancia difícil, sufriendo palizas continuas de su padre, a quien no dudó en inculpar tras localizarse el cadaver
CHRISTIAN LLANO
Martes, 8 de mayo 2018, 13:10
El pueblo zamorano de Castrogonzalo, de apenas medio millar de habitantes, continúa inmerso en la conmoción después de que fuese localizado el cadáver de la ... joven Leticia Rosino, de 33 años. Su asesino, un pastor de la localidad, de tan solo 16 años, ha sido ya trasladado a un centro de menores tras confesar el crimen después de un sinfín de contradicciones. Los investigadores lograron determinar su culpabilidad con pruebas incriminatorias. Un individuo del que también han trascendido aspectos particulares de su vida.
Según la hipótesis que se maneja, Leticia se cruzó en el camino del adolescente cuando este sacaba al rebaño. Intentó abusar de ella sexualmente, pero, tras recibir la negativa, decidió abordarla y apedrearla con virulencia hasta acabar con su vida. Posteriormente arrojó su cadáver a un barranco, en las inmediaciones de un río de la zona.
Al sujeto le definen como «un chico conflictivo, problemático y con una infancia complicada» quienes atendieron a las cámaras de 'El programa de Ana Rosa'. En Castrogonzalo se han quedado «de piedra». No se termina de asimilar una situación así. «Ya había tenido muchos problemas y veíamos que podía pasar cualquier cosa algún día, pero nunca esto», relatan.
La Guardia Civil encontró, durante un exhaustivo registro familiar, sangre de Leticia en las prendas del adolescente, quien no dudó en inculpar a su padre en el momento que fue localizado el cadáver. Este menor de edad tuvo la sangre fría para incorporarse a las tareas de búsqueda de la joven.
Una infancia complicada
Según el testimonio de los propios vecinos, recabados por el equipo de 'Espejo Público', el joven no ha atravesado una vida sencilla. Su madre le abandonó siendo muy pequeño y vive desde entonces con su hermano y su padre, de quien, se comenta, recibía continuas palizas. «Ha descargado su ira así», afirma una vecina de la zona.
El individuo ha sido recluido en un centro de menores de Valladolid hasta que comience el juicio para esclarecer qué sucedió con Leticia. Sostiene que no llegó a agredirla sexualmente a pesar de que el cuerpo fuese encontrado semidesnudo. Ahora, se enfrenta a una pena de prisión máxima de ocho años y cinco de libertad vigilada. Si el juez determina que no se encuentra rehabilitado, podría pasar a una prisión de adultos en el momento en que cumpla la mayoría de edad.
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