Sanidad desoye a sus expertos y rechaza cerrar los locales de ocio nocturno

La Ponencia de Alertas del departamento que dirige Carolina Darias no solo apostaba en su documento por la clausura «urgente» de todos los locales nocturnos con independencia de la incidencia de la zona donde estén ubicados, sino que también abogaba por recuperar el toque de queda, una medida que obligaría a que el Gobierno central aprobara un nuevo decreto de estado de alarma, ya que el Tribunal Supremo ha dejado claro que no cabe la limitación del derecho a la libertad de movimiento amparándose solo en la actual normativa sanitaria.

Los especialistas del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) insistían en el documento que Sanidad decidió a última hora desautorizar en que, al menos, habría que «valorar» la «instauración de limitaciones de horario nocturno para la movilidad», aunque no mencionaban expresamente la necesidad de decretar un nuevo estado de alarma similar al que decayó el pasado 9 de mayo y que fue el que permitió a las autonomías prohibir a sus ciudadanos salir a la calle de madrugada.

Este mismo martes, Castilla y León había anunciado que iba a pedir al Gobierno de Pedro Sánchez que le permitiera recuperar el toque de queda entre la 1 y la 6 de la madrugada.

El controvertido documento que el departamento de Darias guardó finalmente en un cajón se centraba básicamente en medidas de restricción de la hostelería por entender que en la actualidad es el escenario principal de los contagios y, por ello, también defendía «limitar el horario nocturno en los interiores de aquellos establecimientos en los que no se puedan garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención», tales como bares o restaurantes.

La Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta ponía igualmente el foco en los «eventos multitudinarios» y reclamaba directamente su prohibición «si no se pueden garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención».

En las dos páginas del documento también se abogaba por «garantizar la disponibilidad de hoteles u otros recintos para la correcta realización de cuarentenas y aislamientos cuando no se pueda garantizar la realización de manera adecuada en el domicilio» y se instaba a las comunidades a que «valoren» la realización de «cribados» en grupos de población, en particular entre los jóvenes, «aprovechando el momento de la vacunación o de forma estratégica ante determinados brotes o en determinados ámbitos».

El documento que finalmente el Ministerio de Sanidad no ha autorizado ni debatido con las comunidades autonómas en la reunión de hoy insistía en la urgencia de poner en marcha estas medidas de restricciones al ocio y los movimientos nocturnos porque aunque la presión hospitalaria todavía se mantiene en niveles asumibles, la virulencia de la esta nueva embestida del virus podría desbordar el sistema.

«La mayoría de los nuevos casos identificados están ocurriendo en población joven no vacunada, en muchos casos asociado a la ocurrencia de eventos súper-diseminadores en ambientes cerrados donde grupos numerosos de personas pasan tiempos prolongados en situaciones con elevada probabilidad de no seguimiento de las medidas de prevención de la transmisión (uso de la mascarilla o mantenimiento de la distancia)», explicaba el texto del equipo de Fernando Simón.

Solo horas antes de conocerse la propuesta de la Ponencia de Alertas, Cataluña había decidido cerrar todo el ocio nocturno durante 14 días. Navarra, Baleares y Cantabria ya han impuesto nuevas restricciones de aforos y horarios a la hostelería y al ocio nocturno.