El consumo de tabaco desciende en España a su nivel más bajo en 30 años

«Existen unas tendencias de fondo que pueden explicar el descenso del consumo de tabaco. Desde el punto de vista demográfico, una parte de la ciudadanía proviene de países donde fumar no es habitual, sobre todo, entre las mujeres. A la vez, la población nativa envejece y lo va dejando y entre los adolescentes, fumar ya no está de moda», subraya Joan Ramón Villalbí, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Todos los indicadores del tabaquismo mejoran en comparación con las encuestas anteriores. Así, 266.000 personas iniciaron su consumo durante el último año, lo que representa un descenso de 18.000 personas respecto a 2022. También crece el número de fumadores que se plantean dejar este hábito y cae desde el 39% hasta el 36,8% los españoles que han fumado en el último año.

«Los datos nos dicen que las políticas frente al tabaco que se llevan a cabo en España son efectivas y que, además, como sabemos de toda nuestra experiencia adquirida en relación con las políticas de control y prevención, tenemos que ir actualizándolas», indica, por su parte, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, que lidera la apuesta del Ministerio de Mónica García por endurecer la legislación del tabaco.

Pero la cruzada de las instituciones contra el tabaco afronta desafíos con las nuevas formas de consumo. En 2024, el 19% de las personas de 15 a 64 años aseguraba haber utilizado cigarrillos electrónicos alguna vez en su vida, porcentaje siete puntos superior al de 2022 (12,1%) y casi el doble del 10,5% de 2020. Sin embargo, solo el 1,4% de los hombres y el 1,2% de las mujeres lo utiliza a diario. «En cualquier caso, nos encontramos con un grupo de población que se está iniciando en el tabaco con estas nuevas formas», aseveró Padilla.

Respecto al alcohol, el 76,5% de la población de 15 a 64 años ha bebido en los últimos 12 meses, una cifra que apenas varía desde 1997, mientras que las borracheras mantienen su tendencia descendente: un 14,7% de la población dice haberse emborrachado por lo menos una vez en 2024 frente al 16,7% en 2022. Pese a todo, el número de personas que consume alcohol a diario crece ligeramente desde el 9% de 2022 al 10,5% de este año, aunque la cantidad es notablemente menor que la de 2001, cuando se alcanzó el máximo, con el 15,7%.

En los dos últimos años también se ha producido un descenso en el consumo de hipnosedantes, como el lorazepam o el diazepam, con o sin receta: el 4,5% de los españoles los toma a diario en 2024, frente al 7,2% que lo hacía en 2022. El 12% las ha consumido alguna vez en el último año (13,1% en 2022). Entre las drogas ilegales, el 12,6% de la población ha consumido cannabis en los últimos doce meses; el 2,5%, cocaína en polvo o en base; el 0,7%, éxtasis, y el 0,1%, heroína.

La encuesta, en la que han participado 26.878 personas, muestra que en los últimos años, la percepción de disponibilidad de las drogas es muy inferior a la de años anteriores debido, principalmente, a los esfuerzos de control de la oferta por parte de las fuerzas de seguridad. En 2024, las sustancias ilegales que se perciben como más accesibles son el cannabis (el 59% de las personas entrevistadas cree que podría conseguirla fácilmente en 24 horas) y la cocaína (40,6%). Para las demás sustancias ilegales, la percepción de disponibilidad es muy inferior.