Robo en una iglesia de Toledo: dan el «cambiazo» de una virgen por otra

Todo ha ocurrido después de la celebración de San Antón, patrón de los animales. Ese día la ermita abrió para bendecir perros, gatos, loros y demás mascotas y alguien debió de fijarse en la talla de la Virgen de Fátima que presidía un altar. Días más tarde, Ángeles Palomino, la vecina encargada de abrir y cerrar la ermita, comprobó que alguien había robado una mesa de escaso valor. Días después se llevó otra sorpresa: la Virgen de Fátima había desaparecido y, en su lugar, se había colocado una imagen de la Virgen del Carmen. Un «cambiazo» que ha dejado perplejos a los vecinos de este pueblo de la comarca de la Mesa de Ocaña y que ha obligado al cierre temporal de la ermita.

«Más que su valor económico nos importa su valor sentimental», explica la alcaldesa de Dosbarrios, Carmen Portillo, quien recuerda que la Virgen de Fátima fue donada al templo por una mujer ya fallecida. Sus hijos son ahora quienes lamentan la pérdida de esta talla y su sustitución por otra que parece proceder de un bazar chino por su tosquedad. «Rogamos a cualquier persona que haya visto algo sospechoso o que tenga información sobre estos hechos que se ponga en contacto con las autoridades o con el Ayuntamiento lo antes posible. Esperamos que todo haya sido un malentendido y que la imagen de la Virgen de Fátima sea devuelta», ha expresado en un comunicado público el ayuntamiento de este pueblo cuya toponimia obedece a un motivo religioso: según la leyenda, en su origen Dosbarrios estaba compuesto por dos localidades separadas -una cristiana y otra musulmana- peleadas por un arroyo que las dividía hasta que se unieron en el siglo XIII.