Los riesgos del 'pasaporte Covid' que Madrid quería implantar (y ya ha descartado)
Expertos alegan razones éticas y epidemiológicas contra la 'cartilla serológica' que Isabel Díaz Ayuso pretendía dar a los madrileños que ya han pasado la enfermedad
INÉS GALLASTEGUI
Granada
Miércoles, 29 de julio 2020, 20:32
La 'cartilla Covid' de Isabel Díaz Ayuso no ha durado ni un día. Ese supuesto salvoconducto asociado a la tarjeta sanitaria, que iba a ... permitir a los ciudadanos que ya habían pasado la Covid-19 regresar a la vida normal haciendo valer sus 'inmunoprivilegios', ha resultado ser uno de tantos 'globos sonda' de la política nacional. El martes, la presidenta de la Comunidad de Madrid (PP) anunciaba su intención de poner en marcha un proyecto piloto de 'certificado serológico' para identificar a quienes han pasado la enfermedad, que de este modo podrían «evitar confinamientos» y facilitar su acceso a «gimnasios, museos, cines y cualquier recinto cerrado». Sin embargo, en la mañana de este miércoles el 'número dos' del Gobierno regional, Ignacio Aguado (Cs), ha aclarado que, más que un 'pasaporte de inmunidad', se trataría de un registro sanitario. «Lo único que busca es tener información ordenada, adecuada y actualizada de las personas que han ido realizándose test PCR o pruebas rápidas, con su fecha y el resultado, para que esté a disposición de los servicios de salud y para el uso del ciudadano si lo considera oportuno«, ha matizado. En cualquier caso, 24 horas han bastado para desatar reacciones tanto políticas como científicas a la ocurrencia. Y han sido prácticamente unánimes: no es una buena idea. Estas son las razones.
La misteriosa inmunidad frente al coronavirus
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió en abril contra los llamados 'pasaportes de inmunidad': no hay evidencia científica de que las personas que han pasado la Covid-19 estén protegidas de por vida. España es un ejemplo: el 14% de los sujetos que dieron positivo en anticuerpos IgG en la primera ronda del Estudio Nacional de Serología habían 'seronegativizado' en la tercera. Sobre todo, los asintomáticos.«La gente que asume que es inmune a una segunda infección (…) puede ignorar las medidas sanitarias, así que el uso de esos certificados podría aumentar el riesgo de transmisión», advirtió la OMS, ante la intención de algunos países de poner en marcha amplios estudios serológicos con la idea de evitar o acortar el confinamiento de la población y, con ello, reducir el impacto económico de la pandemia.
Joan Carles March, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública, considera que la 'cartilla Covid' es «un disparate». Tres meses después de la advertencia de la OMS, apenas hay certezas sobre cómo y durante cuánto tiempo genera inmunidad el contacto con el coronavirus. «Hay personas que han pasado la enfermedad (PCR positiva) que no desarrollan anticuerpos en una cantidad que sea detectable en las pruebas disponibles. Personas con anticuerpos positivos pueden negativizarse pasados unas semanas o meses, sin que hayan perdido inmunidad. Existe la posibilidad de reinfección, aunque parece que no en el corto plazo», recuerda el especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública. Los científicos, recuerda, tienen dudas sobre la duración de la inmunidad efectiva y sobre la capacidad de los asintimáticos de contagiar el virus sin pasar la enfermedad. Además, no está claro si la capacidad de mutación del nuevo coronavirus puede significar que la inmunidad generada no sea suficiente ante una reinfección, como ocurre, por ejemplo, con la gripe. «Todo el mundo debe cumplir las medidas como si se pudiera contagiar, aunque uno haya pasado la enfermedad. Hay que comportarse como si todos fuéramos potencialmente contagiosos«, concluye.
Las pruebas diagnósticas no son infalibles
March recuerda que las pruebas PCR «tienen una fiabilidad limitada y se dan casos de pacientes que presentan el cuadro clínico al completo, pero que dan negativo en la prueba». También hay 'falsos positivos': hace unas semanas un grupo de científicos de Corea del Sur detectó que una parte de los pacientes que habían dado negativo en una PCR tras superar la Covid-19 volvían a dar positivo al cabo de un tiempo. Su sospecha fue que esa prueba no es capaz de discernir si el material genético (ARN) de coronavirus que detecta pertenece a virus vivos o muertos. Estos últimos no pueden causar la enfermedad. Por su parte, los test rápidos dan un alto porcentaje de falsos negativos, especialmente en los primeros días de la infección, mientras que las pruebas de anticuerpos tampoco son infalibles. Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, los test serológicos pueden equivocarse hasta en un 50% de las ocasiones, por lo que sus resultados no deben utilizarse para tomar decisiones sobre qué personas regresan a su lugar de trabajo o acceden a determinados servicios o instalaciones.
Discriminación y protección de datos
Otro de los aspectos que preocupa de las 'cartillas Covid' es la posibilidad de que vulneren derechos humanos, al generar desigualdades y discriminación legal por motivos sanitarios, y de que pongan en riesgo la protección de datos personales. En un artículo publicado en la revista 'Nature', la bióloga Natalie Kofler y la experta en Bioética Françoise Baylis recordaban que esos 'salvoconductos' no son algo nuevo. Y recuerdan que durante buena parte del siglo XIX, en Nueva Orleans, la acreditación de haber pasado la fiebre amarilla permitía a alguna gente casarse o trabajar -mientras se le vetaba al resto- y, en el caso de los esclavos, determinaba su valor monetario.
Para el presidente de la Asciación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI), Luis Miguel Pastor, este tipo de documentos «solo tendría sentido si fuera necesario para realizar determinadas tareas sociales o profesionales», de modo que no discriminara a nadie. «Es loable que las autoridades piensen en modos de prevención que minimicen los riesgos a la salud de la población y posibiliten la vida social y económica», admite Pastor. Sin embargo, recuerda que, para que una medida como esta sea efectiva, hay que incrementar las capacidades diagnósticas de la enfermedad. «El aislamiento de los afectados posibilita el funcionamiento de la sociedad sin tener que aislar a los no afectados -recuerda-. Pero todas estas tareas hay que plantearlas siempre con un equilibrio adecuado entre el bien común y la salvaguarda de los derechos individuales, de manera que la obtención y el manejo de esos datos se realice siempre dentro del respeto a la normativa vigente y sin que pueda dar lugar a ningún tipo de discriminación por razones de salud».
Millones de pruebas muy caras
El presidente de AEBI recuerda, además, que el acceso a las pruebas de diagnostico tendría que ser «universal y gratuito». No en vano, el alto coste de los test es uno de los motivos que, a juicio de las expertas norteamericanas, puede introducir otro motivo de discriminación, habida cuenta de que realizar pruebas dobles (para garantizar su fiabilidad) a toda la población es inasumible para los estados: solo las capas más ricas de la sociedad podrian afrontar el coste y disfrutar de sus beneficios.
Demasiado pocos para levantar la economía
Aparte de hacer la vida más cómoda a quienes ya han pasado la enfermedad, que podrían, teóricamente, prescindir de la mascarilla y la distancia social o viajar libremente por el mundo, el objetivo de un 'pasaporte serológico' sería, sobre todo, contribuir a levantar la economía, ya que un número creciente de personas podría incorporarse al trabajo, el ocio y el consumo sin miedo a contagiar o contagiarse. Sin embargo, el porcentaje de población con anticuerpos es demasiado bajo para cargar sobre sus hombros ese esfuerzo titánico: según el Estudio Nacional de Seroepidemiología, solo el 5% de los españoles era seropositivo al SARS-CoV-2 a primeros de julio. Un detalle que no le ha pasado inadvertido al consejero andaluz de Salud, quien ha explicado que por eso su Gobierno no se plantea aplicar la 'cartilla Covid': Jesús Aguirre ha argumentado que la medida no tiene sentido en Andalucía, con un 3% de seropositividad. En Madrid, con un 11,7% (la tasa más alta del país) quizá tampoco.
Y un riesgo más: las 'fiestas de coronavirus
Tanto Joan Carles March como las especialistas de 'Nature' apuntan aún un riesgo más. La 'cartilla Covid', lejos de evitar la propagación del virus, podría llegar a propiciarla. ¿Cómo? Conseguir el acceso a privilegios especiales, como librarse del confinamiento o la mascarilla, por el hecho de tener anticuerpos podría inducir a grupos de población a infectarse de forma deliberada. Obviamente, no a las personas mayores o vulnerables, pero sí a los jóvenes, que en un alto porcentaje de casos son asintomáticos o pasan una versión muy leve de la enfermedad. De modo que un efecto colateral de la medida podrian ser las llamadas 'fiestas del coronavirus', similares a las que se pusieron de moda en los países anglosajones para infectarse de sarampión o varicela, dolencias consideradas menores pero que pueden tener efectos letales.
Pasaporte descargable danés
Aunque hay varios países que han estudiado la posibilidad, entre ellos Estonia y Chile, Dinamarca parece ser el primer país en lanzar un 'pasaporte Covid'. desde primeros de julio, los ciudadanos del país escandinavo pueden pedir al Ministerio de Sanidad hacerse una prueba de coronavirus y, si el resultado es negativo, descargarse un documento que así lo acredita oficialmente y que pueden presentar, por ejemplo, en sus viajes.
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