La reserva de agua baja del 70% por primera vez en cuatro meses

La situación, con todo, es mucho más favorable en comparación con la de hace un año, cuando el conjunto de los embalses peninsulares no llegaban al 62% (siete puntos menos) y guardaban 34.600 hm3, unos 4.400 menos que ahora. En relación a la media de los últimos diez años (58%) , hoy estamos también mucho mejor: once puntos más y 7.500 hectómetros más. De hecho, esta semana, la número 29 del año, es en la que más agua almacenan nuestros embalses desde 2014.

En el último mes los embalses han pasado del 75,6% de su capacidad al actual 69,7%, casi seis puntos menos. En total son cerca de 4.100 hectómetros cúbicos los desembalsados en los últimos 30 días frente a los 2.400 del mismo periodo del año pasado, un 70% más gracias a que en este verano no existen las restricciones por sequía vigentes hace un año en las cuencas hidrográficas del sur y el este de la península. Sin embargo, hay que remontarse a 2014 (hace once años) para encontrar la misma semana de julio (la número 29) con tanta agua en los pantanos.

Los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), también indican que las lluvias torrenciales de pasado fin de semana, con registros superiores a los 100 litros por metro cuadrado en municipios de varias comunidades autónomas como Aragón, Cataluña y Comunidad Valenciana, no se han dejado notar en sus embalses. En términos generales, sus pantanos, de hecho, han perdido agua.

Las Cuencas internas del País Vasco encabezan la lista de cuencas con las reservas más colmadas. Están al 90,5% de su capacidad. Por encima del 80% se encuentran Tinto, Odiel y Piedras (85%), el Duero (81,6%) y el Miño-Sil (81,1%).

Por encima del 50% están el resto de cuencas, menos la del Segura y el Guadalete-Bárbate. La lista es la siguiente: Ebro (79,8%); Cantábrico Oriental (79,4%); Cantábrico Occidental (79%); Cuencas internas de Cataluña (78,1%), el Tajo (77%); el Guadiana (65,5%); Galicia Costa (62%); el Júcar (59%); la Cuenca Mediterránea Andaluza (53,9%); y Guadalquivir (53,7%). Finalmente, el Guadalete-Barbate está al 49,8% y le sigue cerrando la cola el Segura con el 29,6%.

Por comunidades autónomas, y según los datos recogidos en el portal embalses.net, todas están por encima del 50% a excepción de la Comunidad Valenciana, al 49,5%, y la Región de Murcia, al 34,4%. Si bien, en ambos casos su reserva hídrica está muy por encima de la que tenían el año pasado por estas mismas fechas, cuando estaban al 39% y 23% respectivamente (entre diez y once puntos menos que hoy).

Sin salir de los datos por comunidades, llama la atención la situación con que Andalucía encara lo que resta de verano, con sus embalses al 54% (16 puntos más que en la misma semana de 2024), aunque, eso sí, con notables diferencias entre provincias: Del 80% que acumulan los pantanos sevillanos, a menos del 10%, los almerienses (9,8%). O del 74% de los embalses de Huelva al 38% de los granadinos.

También presentan una situación óptima los embalses catalanes, una comunidad que ha pasado en apenas un año de sufrir restricciones por la sequía (el verano pasado no se pudieron llenar piscinas y estaba prohibido el riego de jardines) a abundancia de agua. Actualmente se encuentran al 83% de su capacidad, veinte puntos más que hace un año.

Por provincias, todos los embalses de España se encuentran de media por encima del 50%, salvo los ya citados de Almería, Granada y Murcia, a los que se suman los de Alicante (24,7%), Albacete (29,8%) y Jaén (45%), todos ellos concentrados en seis provincias del sureste peninsular, tradicionalmente la zona del país más golpeada por la sequía.

Para Jorge Olcina, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y experto en climatología, «estar casi al 70% es un dato muy bueno, que hacía muchos años que no se registraba», y que va a permitir garantizar el abastecimiento urbano y el suministro de agua para agricultura «este verano seguro, y hasta final de año yo diría que también, porque luego hay que esperar las lluvias del otoño».

Olcina hace alguna excepción puntual en pequeñas localidades del interior de montaña «con sistemas de abastecimiento mal diseñados o depósitos de agua de poca capacidad» que pueden quedarse sin reservas en verano. «Pueden tener problemas muy puntuales de suministro, pero en general el abastecimiento está garantizado».

Para que los consumidores sean conscientes del control que conviene tener en el gasto de agua, el experto señala que entre lo que supone abrir el grifo y la evaporación del agua de los embalses por el calor, perdemos casa semana entre 500 y 800 hectómetros cúbicos. «Casi la mitad de todo lo que ganamos en nueve meses, desde el pasado septiembre hasta mayo, lo que hemos perdido en los últimos tres meses. Lo digo para que seamos conscientes de que hay que hacer un gasto muy prudente del agua. Tenemos el abastecimiento garantizado, pero no hay que hacer derroche de agua ni mucho menos«, apostilla el profesor.