«Como pediatra te advierto de qué hacer si tu hijo tiene muchos mocos»
Jesús Garrido, coordinador del servicio de Pediatría del Hospital Vithas de Granada, explica cómo luchar contra lo que el denomina como «el baile del moco»
El invierno se convierte, año sí año también, en una época complicada para la infancia. La llegada de los meses más fríos del año trae ... consigo un acompañante indeseado: los mocos. Y esto puede convertirse en un problema difícil de solucionar en el caso de los más pequeños de la casa, que empiezan a sufrirlos en pleno otoño y que en muchas ocasiones no dejan de sufrirlos hasta la llegada de la primavera.
Es lo que el pediatra Jesús Garrido, coordinador del servicio de Pediatría del Hospital Vithas de Granada, denomina como «el baile del moco». Una situación incómoda tanto para padres como para pequeños que la mayoría no tiene claro cómo solucionar. «Lo más frecuente es optar por los lavados de nariz pero lo cierto es que no sirven de gran cosa», asegura el pediatra.
Según explica, cuando un niño tiene mocos hay dos fases diferenciadas. Por un lado la inicial, cuando comienzan con el catarro, en la que presentan «mocos claros» durante dos o tres días. Pero después de esa las vegetaciones crecen y aparecen mocos «espesos» en la garganta que «pueden durar semanas». Y esto puede derivar en un carrusel de resfriados que dura «hasta mayo». «En estos casos el niño no puede dormir, vomita por los mocos y le cuesta comer».
El lavado de nariz no suele ser una solución eficaz salvo cuando los pequeños duerman bocabajo, lo que permite que los mocos vayan hacia fuera, a veces incluso saliendo por el conducto lacrimal. «SI eso ocurre sí es recomendable hacer un lavado pero en otras circunstancias no sirve de mucho», asegura Garrido.
¿Qué hacer para acabar con los mocos?
En vez de recurrir a los tradicionales lavados nasales, Jesús explica que hay dos medicamentos que habitualmente se usan para combatir la alergia que son perfectos contra los mocos. «Si el moco es claro lo ideal es usar un antihistamínico porque reduce la producción de estos mocos en un 90%», ya que al final el catarro es «una alergia que no está equivocada».
En el caso de que los mocos no sean ya claros y haya que lidiar con vegetaciones grandes, hay otro medicamento que usan los alérgicos que resulta perfecto: los corticoides nasales. «Este medicamento reduce el tamaño de las vegetaciones en días, mientras que solas tardarían semanas en hacerlo». Con estos medicamentos se puede «controlar la situación» y así conseguir «que los catarros se queden en catarros» y no vayan a más.
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