El Papa afirma que «está pensando» en ir a Canarias por la crisis migratoria

Al ser preguntado por la situación de Venezuela, pidió primero a los gobernantes que «dialoguen» y «hagan las paces», utilizando a continuación un polémico término que amenaza con provocar una crisis diplomática con el país caribeño. «Las dictaduras no sirven de nada y acaban mal, tarde o temprano. Lean la historia de la Iglesia... Diré que el Gobierno y el pueblo hagan todo lo posible por encontrar un camino de paz en Venezuela», afirmó Francisco, que también habló sobre China, una nación a la que le gustaría viajar. En su conversación con los periodistas que le acompañaban a bordo del vuelo, no escatimó en elogios para el gigante asiático. Lo consideró un «gran país» al que «admira» y «respeta», aplaudiendo su «cultura milenaria» y «capacidad de diálogo, de entendimiento que va más allá de los diferentes gobiernos» que ha tenido a lo largo del tiempo.

«China es una promesa y una esperanza para la Iglesia», insistió. Las declaraciones de Bergoglio se producen cuando está a punto de renovarse el acuerdo firmado entre la Santa Sede y Pekín en 2018 que permitió desatascar el nombramiento de obispos locales. Francisco se mostró «contento» y «feliz» por el «buen» resultado del diálogo con China, a pesar de que el Vaticano no mantiene relaciones diplomáticas oficiales con el país desde que se interrumpieron en 1951 con la victoria del líder comunista Mao Zedong.

También le tocó hablar al Papa acerca de a quién deberían votar los católicos en las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, en las que les tocará elegir entre una candidata a favor del aborto como Kamala Harris y Donald Trump, que promete deportar a millones de migrantes. «Ambos están en contra de la vida, tanto el que echa a los emigrantes como el que mata a los niños», dijo, animando a que los ciudadanos decidan «en conciencia» acerca de si «el mal menor» lo representa «esa señora o ese señor».