El hombre que entrena a los perros famosos: «'Pancho' tenía carisma»
Antonio Valor, que adiestró al 'perro millonario', ha entrenado a su hijo 'Ramsés', protagonista absoluto de la serie de TVE 'Sabuesos'
Antonio Valor (Valle de la Serena, 1965) entrenó a 'Cook', que encarnó a 'Pancho', el perro millonario de los anuncios de Loterías del Estado y ... primer can en protagonizar una película en España. Y ha adiestrado a 'Ramsés', su hijo, protagonista de la serie 'Sabuesos', estrenada hace dos semanas en TVE. El primero sabía sellar el boleto de la Primitiva. El segundo habla. Pero Valor también es capaz de preparar para la publicidad o la ficción a animales tan diversos como gatos, ciervos, anfibios o moscas.
-¿Cómo comenzó a adiestrar animales?
-Yo nací en Badajoz y me crié en Guipúzcoa, y en mi familia siempre ha habido mucho contacto con la agricultura y la ganadería y hemos tenido perros. Un amigo se marchó a Madrid, volvió siendo adiestrador y cuando vi lo que hacía, dije: 'Quiero dedicarme a eso'. Fue vocacional.
-¿Que herramientas se necesitan para adiestrar a un animal?
-La base es la paciencia y, a partir de ahí, la comida y el juego. Hay que despertar los instintos de caza a través del juego y con eso podemos crear reflejos condicionados y adaptarlos a lo que queremos que haga el animal.
-¿Cuál es el mayor talento que se ha encontrado?
-'Cook' era el más notable. Tenía carisma. Era gracioso. Empezó en publicidad y fue el único perro que ha sido protagonista de una película. Pero 'Pancho, el perro millonario', duraba una hora y veinte, mientras que 'Sabuesos' es una serie de diez episodios de una hora cada uno en la que 'Ramsés', en el papel de 'Max', tiene una participación prácticamente continua y está en el 90% de las secuencias. A mi parecer, es un trabajo que supera con creces el de 'Pancho'.
-¿Se llevaban bien?
-No. Tenían la típica rivalidad de actores. Hay que tener en cuenta que 'Cook' vivía conmigo en mi casa y a 'Ramsés' le tocó ser siempre el segundo: como el padre tenía un contrato de exclusividad para los anuncios de Loterías y Apuestas del Estado, su hijo hacía muchos de los papeles que él no podía hacer. Cuando 'Cook' falleció hace dos años, a los 17, 'Ramsés' ocupó su lugar.
-¿Existen razas de perros con más dotes para la actuación?
-Trabajamos con distintas razas. 'Cook' y 'Ramsés' son terriers Jack Russell, una raza fotogénica y versátil, aunque no especialmente fácil de adiestrar. Lo más importante es la adaptación al rodaje, poder mantener al perro con una actitud buena y confortable durante muchas horas. Todo está muy regulado y supervisado a nivel sanitario y psicológico para que el animal esté lo mejor posible.
-¿Hay especies negadas para el mundo del espectáculo?
-Los gatos son animales muy complejos para este trabajo. Recientemente hemos rodado 'Miamor perdido', de Emilio Martínez Lázaro, que se estrenó el 10 de agosto, donde hay muchas escenas con un gato. 'Flipa' hizo un trabajo excelente.
Moscas y podencos
-¿Qué es lo más difícil que le han pedido?
-Me pidieron un perro para actuar en directo en el teatro. Los actores hacían mucho ruido en el escenario y el perro tenía que entrar, ladrar, actuar con indiferencia y luego salir. Parecía una cosa simple, pero era muy elaborada.
-¿Y lo más raro?
-Me pidieron unas moscas para que volaran alrededor de una actriz en una escena de teatro y fue complejo porque en esa época del año no había moscas. Tuvimos que criarlas, calculando que nacieran a tiempo para la función. Vivimos varios días de incertidumbre, pero finalmente hubo moscas.
-Ha trabajado con Pedro Almodóvar y con Alejandro Amenábar. ¿Cómo fue la experiencia?
-Tremenda. Los dos son directores con muchísimo talento. En 'Los abrazos rotos' de Almodóvar había un plano muy complicado en el que dos doberman iban en comitiva con un actor que llevaba en brazos a Penélope Cruz desmayada. El problema era que se les veía de espaldas y yo no podía ponerme delante de los perros; ellos no podían verme. Fue muy complicado y muy elaborado. Con Amenábar, en 'Ágora', tuve que entrenar a un faraón de Malta, una especie de podenco, que era el perro de Hypatia. El problema era que solo tuve un mes para adiestrarle y partíamos de cero; fue un trabajo tremendo. Hubo que enseñarle a sentarse, a tumbarse, a acompañar a los actores... Fue muy bonito.
-Aparte de trabajar con animales, ¿vive con ellos?
-El perro es mi amigo y me lo ha dado todo. Hice de mi hobby una profesión, pero sigue gustándome como hobby. Es verdad que es muy sacrificado, porque los animales dependen de ti y tienes que estar siempre al pie del cañón. Vivo en una finca y tengo diez perros, varios gatos, un ciervo, animales de granja... Tampoco puedo tener todas las especies, si no hay suficiente rotación.
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