Mordiscos, escupitajos y espuma por la boca: el caótico vuelo Alicante-Mánchester

Christopher B., de 44 años, regresaba al aeropuerto de Mánchester desde Alicante el 8 de noviembre de 2023 en un vuelo de EasyJet cuando llegó la policía mancuniana y lo encontró inmovilizado por otros pasajeros, boca abajo en el suelo. Los viajeros aseguraron a las autoridades que el alborotador había estado «mordiendo y escupiendo» y que el comportamiento había durado «alrededor de media hora».

Al parecer, no era la primera vez que causaba problemas en un vuelo. Anteriormente, se había declarado culpable de entrar en un avión en estado ebrio y de acoso racial agravado. Ahora, casi un año y medio después del caótico vuelo, el británico ha sido condenado a 24 semanas de prisión, según recogen medios británicos.

Durante el juicio, su letrado defendió ante el tribunal que se sentía «profundamente avergonzado» y quería disculparse por su lenguaje ofensivo. La defensa expuso que su cliente había estado de vacaciones cuando recibió la noticia de que su madre había sufrido una sepsis y estaba ingresada en el hospital en estado grave.

Por su parte, el fiscal consideró que los pasajeros y tripulantes podían oler claramente «los tóxicos del acusado», quien «arrastraba las palabras» y «echaba espuma por la boca». Además, expresó que las familias, aterrorizadas, protegían a los menores mientras los agentes intentaban sujetarlo, pero se resistió al arresto poniendo los brazos debajo del cuerpo, de acuerdo con la información del diario Manchester Evening News.

La situación se complicó hasta el punto de que la policía realizó «disparos al aire» para obligarlo a soltar los brazos y sujetarle las piernas. También le colocaron una capucha antiescupitajos, según escuchó el Tribunal de la Corona de Minshull Street. Otro pasajero que se encontraba en el lugar aseguró que el ahora condenado lo había «maltratado repetidamente» durante el vuelo y que había intentado morderlo.

De camino a la comisaría local, Christopher B. siguió mostrándose agresivo, gritando y amenazando a los agentes con «joderlos», profiriendo insultos racistas, cuenta Todo Alicante. Otro policía se subió a la parte trasera de la furgoneta e intentó apartarlo para que no se golpeara la cabeza. El encausado le respondió: «Vete a la mierda, cabrón». Tras ello siguió con los insultos racistas hasta que llegaron a la comisaría.

Finalmente, el juez que dictó la sentencia señaló que «es una experiencia profundamente angustiosa y terriblemente aterradora estar en un avión cuando alguien como usted se comporta de una manera totalmente agresiva y difícil».