Los mejores y peores helados para los niños, según la OCU

Los helados infantiles analizados tienen un valor energético medio o alto, salvo los de hielo, que suelen ser menos calóricos: 100 kilocalorías por 100 g de media frente a los 210 kcal/100 g es lo que aportan de media los helados de leche y 303 kcal/100 g, los que llevan galleta o barquillo.

En cuanto a sus ingredientes, aportan fundamentalmente hidratos de carbono y grasas. Su contenido en micronutrientes (vitaminas o minerales) y fibra es escaso. Estas son las proporciones medias encontradas de azúcares simples, grasas y proteínas en los grupos que son más homogéneos:

De acuerdo con la OCU, además de la grasa láctea, en la elaboración de helados se usan grasas vegetales, que no solo afectan al valor nutritivo del alimento (no todas son igual de saludables), sino que determinan la estabilidad del helado, pues tienen distinta temperatura de fusión.

Lo que más nos hemos encontrado son grasa de coco y láctea. Tanto la grasa de coco, como la de palma, que también se utiliza bastante, tienen la ventaja de poseer temperaturas de fusión similares a la grasa láctea. Y no le extrañe ver entre los ingredientes otras grasas y aceites de origen vegetal como colza (o nabina) o manteca de cacao; y, también, aunque con menos frecuencia, aceite de girasol y de karité o shea.

Recuerde que el aceite de coco, el de palma, palmiste o el de cacao contienen sobre todo ácidos grasos saturados (AGS). En general, se recomienda no abusar de los AGS en la dieta porque su exceso tiene un efecto perjudicial sobre la salud cardiovascular.

Los helados que ha analizado la OCU son alimentos procesados que no están, precisamente, libres de aditivos. En muchos casos aparecen con el nombre completo en lugar de su código «E» en la lista de ingredientes (¿tal vez para que al consumidor le pasen inadvertidos?). En este tipo de productos encontramos:

Emulsionantes

Permiten la formación de una emulsión estable a lo largo del tiempo proporcionándoles cremosidad y cuerpo al alimento. Entre los más comunes encontramos las lecitinas (E322), mono y diglicéridos de ácidos grasos (E471). OCU valora el segundo (E471) como «no recomendable».

Estabilizantes

Son moléculas solubles en agua que se añaden a la mezcla para incrementar la viscosidad de la misma, prevenir la separación de los glóbulos de grasa y minimizar el crecimiento de cristales de hielo y lactosa durante el almacenamiento. Entre los aditivos estabilizantes más frecuentes encontramos las «gomas»: goma garrofín (E410), goma guar (E412), goma arábica (E414), goma xantana (E415) y también los carragenanos (E407) y los alginatos (del E401 al E405).

Colorantes

Ampliamente utilizados en helados para niños, proporcionan llamativos colores característicos de este tipo de producto. Encontramos colorantes como las clorofilas (E141), antocianinas (E163), la curcumina (E100) y los caramelos amónico (E150c) o el caramelo sulfito amónico (E150d). En opinión de OCU, estos dos últimos (E150c y E150d) son aditivos «a evitar».

Como los colorantes tienen mala prensa, para evitar o minimizar su uso, algunos fabricantes añaden ingredientes que dan color pero que no están clasificados como aditivos, como los jugos concentrados de remolacha o el de baya de saúco.