Los mecheros echan chispas
Bic denuncia a Francia y Alemania ante la UE por importar encendedores peligrosos
La compañía francesa Bic, líder mundial en la fabricación de mecheros, está que echa chispas. Después de más de una década luchando con lo que ... considera competencia desleal por parte de sus rivales asiáticos, hace una semana presentó ante la Comisión Europea una denuncia contra Francia y Alemania por no impedir la entrada en el mercado comunitario de productos que violan la legislación de los 27. Según sus cálculos, el 73% de los encendedores que se venden en Europa y el 86% en los dos países denunciados no cumplen la norma ISO 9994, que regula desde su resistencia a los golpes y el calor hasta la medida máxima de la llama. Esos artículos 'low cost', afirma, causan la gran mayoría de los 30.000 accidentes graves, con «quemaduras de tercer grado», que cada año causan daños por valor de mil millones de euros.
«Hemos agotado el proceso de diálogo», admitió François Clement-Grandcourt, director general del grupo galo, que considera «especialmente exasperante» que Francia, el país en el que el barón Marcel Bich fundó la compañía en 1945, mire hacia otro lado, mientras Estados Unidos, Canadá, Australia o Brasil resolvieron el problema hace tiempo. El objetivo de su querella es proteger a los consumidores: «Un mechero es un depósito de plástico relleno de gas presurizado que se enciende con una chispa para producir una llama. El peligro es muy real si no está correctamente diseñado o fabricado».
La firma asegura que la mayor parte de los chisqueros importados entran en la Unión, procedentes de Asia, por los puertos de Hamburgo (Alemania) y Rotterdam (Países Bajos). El grupo empresarial inició en 2010 un procedimiento similar contra este último país. La denuncia debió de perderse por los vericuetos de la burocracia de Bruselas y está cogiendo polvo en un cajón, porque aún no se ha resuelto. Su mayor victoria ha sido que la Corte de Casación francesa le dé la razón en su pleito con la importadora Polyflame.
François Clement-Grandcourt Director general de Bic «Un mechero es un depósito de gas. Si no está bien hecho, el peligro es real»
Desde que la marca lanzó su primer encededor no recargable en 1973 con el reclamo de una forma absolutamente original en la época -plano y con sección oval, para adaptarse a la mano-, ha vendido 30.000 millones de ellos por todo el mundo. De sus centros de producción de Francia, Estados Unidos, Brasil y España (concretamente, Tarragona) salen 4,4 millones de unidades al día.
Un éxito de diseño
Bic, que tiene el 20% de la cuota de mercado de encendedores en Europa, presume de ofrecer un producto sencillo, duradero y fiable. Garantiza 3.000 encendidos con el modelo maxi. El diseño es parte de su éxito. Se fabrican en versión estándar, maxi y electrónicos, lisos en una amplia gama de colores o estampados con dibujos e ilustraciones de diversos motivos, sin olvidar su famoso logo.
Sus productos son un símbolo de la cultura pop: el bolígrafo clásico -el naranja no, el cristal- está representado en la colección de diseños 'imprescindibles' del MoMA de Nueva York. Ese fue precisamente el primer producto que lanzó la compañía. En los años setenta amplió su catálogo a los encendedores y a las maquinillas de afeitar desechables. Más tarde comenzó a producir otros artículos de papelería, escritorio y mercadotecnia. Actualmente, el grupo posee las firmas Tipp-ex, Wite-out, Cello, Plastidecor y Conté. Pero su diversificación ha llegado más lejos: Bic Sports fabrican tablas de surf y windsurf, botes hinchables y kayaks.
Y no le va mal: la multinacional gala, con casi 15.000 trabajadores, registró un volumen de negocio de 2.020 millones de euros el año pasado, a pesar de la agresiva competencia china. «Los mecheros baratos nunca podrán competir con nosotros», afirma con orgullo François Bich, hijo del fundador.
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