Por qué arrasa la cerveza sin filtrar según maestros cerveceros
En los últimos meses las cervezas sin filtrar se han tomado el mercado, convirtiéndose en una opción más tradicional de disfrutar de esta popular bebida.
Daniela Londoño
Martes, 22 de agosto 2023, 10:12
La cerveza es, sin duda alguna, la bebida referente a la hora de definir la gastronomía y cultura de un país. Y en el nuestro ... no es diferente, aspecto que convierte a España uno de los países del mundo donde más se consume esta bebida. En este sentido, y de acuerdo con datos de statista, el consumo promedio de cerveza en el país, ronda los 50 litros por persona. Además de un gran consumidor, también nos situamos como uno de los grandes productores. En 2022, según datos del mismo portal, el país ocupaba el puesto número ocho en países líderes en el mundo en producción de cerveza, y el segundo en Europa después de Alemania. Esto equivale a una producción anual de 41.1 millones de hectolitros en 2022 según el Informe de Cerveceros de España.
Pero ¿qué es lo tan llamativo que tiene la cerveza?, en primer lugar, decir que se trata de una bebida considerada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Adicionalmente, según la Sociedad Española de Nutrición, es una bebida que hace parte de la pirámide de alimentación saludable. Eso sí, siempre que su consumo se realice de forma moderada y opcional en adultos sanos. Por demás, la cerveza es una bebida de tipo fermentado, como el vino o la sidra, que se obtiene a partir de la fermentación de levaduras seleccionadas. Siendo sus materias primas esenciales el agua, la cebada malteada y el lúpulo. Las cuales aportan minerales, vitaminas y antioxidantes gracias al proceso de fermentado.
Dentro de todo el proceso de producción y fermentación de la cerveza existen siempre dos posibilidades, la de filtrar o no filtrar la bebida. De acuerdo con Jesús León, arquitecto cervecero de Cervezas Arriaca, una cerveza sin filtrar mantiene en buen número las levaduras y nutrientes. Propiciando que la bebida evolucione, «lo que resulta muy interesante, especialmente para determinados tipos de cerveza; entre ellas las cervezas de trigo, o aquellas que pueden ser destinadas a la guarda. Mientras tanto, las cervezas que surten el proceso de filtrado pierden en parte su complejidad y esa capacidad de evolución, pero ganan en estabilidad y evitan otros problemas como el de sobrecarbonatación.
Por su parte, Pablo Díaz, maestro cervecero, asegura que la cerveza sin filtrar normalmente «tiene más cuerpo y más matices de sabor y aroma». En cambio, la cerveza filtrada resalta por su carácter más refrescante y ligero en la boca. En términos comerciales esto se traduce en que, la cerveza filtrada puede ser mucho más rentable, pues su vida útil es mayor en el mercado. Es decir, se reducen pérdidas por caducidad, porque su almacenamiento puede darse por más tiempo, cosa que no sucede con las bebidas sin filtrar. No obstante, esta última tiene el nivel de «un producto fresco como lo es la barra de pan de pueblo. Y la cerveza comercial es el producto no perecedero como puede ser el pan de molde». En definitiva, la cerveza sin filtrar, tan famosa por estos días, se convierte en una gran opción para aquellos que quieren disfrutar este producto en su formato más original. Experimentando todo el sabor de sus compuestos, y aprovechando los beneficios de esta bebida en su expresión más orgánica y tradicional.
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