Localizan en Málaga a una menor desaparecida que se radicalizó en dos meses con vídeos de Internet

Tiene 15 años y hasta hace poco más de dos meses vivía feliz con su madre en un país europeo, donde nació y se crio. El 24 de junio, la Guardia Civil la localizó -y rescató- en el aeropuerto de Málaga, adonde llegó con una autorización falsificada de su madre para viajar. Supuestamente, se había convertido al islam y se había radicalizado tras pasar dos meses viendo vídeos en Internet.

Según ha podido saber 'Sur' de fuentes cercanas al caso, la menor fue interceptada por la Benemérita nada más pisar suelo español tras aterrizar en el aeropuerto de la Costa del Sol en un vuelo procedente de su país. Iba completamente vestida de negro y usaba hiyab, un pañuelo o velo que cubre la cabeza y el cuello. Incluso llevaba guantes para cubrirse las manos.

La autorización aparentemente firmada por su madre despertó las sospechas de los agentes, que empezaron a hacer averiguaciones. La adolescente viajaba sólo con una mochila y una especie de riñonera, sin dinero y sin billete de vuelta. Al parecer, cuando le preguntaron qué hacía en Málaga, dijo que pretendía alojarse unos días en un hotel para hacer turismo por la ciudad y bañarse en el mar.

Los investigadores lograron averiguar que la menor se había convertido al islam hace apenas dos meses siguiendo unos vídeos que encontró por Internet, que le llevaron a adentrarse en la rama suní, que es a la que pertenecen la mayoría de los musulmanes y que se ven a sí mismos como la rama más tradicional y ortodoxa.

Las pesquisas de la Guardia Civil apuntan a que la adolescente habría sido captada por el grupo extremista Estado Islámico (EI) y que su destino final era viajar al norte de África para convertirse en una de las esposas del califato yihadista.

La menor habría sufrido lo que se conoce como un proceso de radicalización exprés, que se lleva a cabo de manera 'online' por parte de una tercera persona que actúa como 'agente radicalizador', que es quien debió de contactar con ella a través de Internet para captarla.

En ese proceso, según las fuentes consultadas, se produce un progresivo aislamiento de la familia y de los amigos, lo que deriva en un control del comportamiento de la menor y, por extensión, de su vestuario.

Tras la actuación de la Guardia Civil, se avisó a través de los órganos de cooperación internacional a su familia, que había denunciado en su país la desaparición de la menor. Ya ha vuelto con su madre.