Liberados 55 perros en pésimas condiciones higiénicas en Guadalajara

Los agentes comprobaron durante una inspección que los canes presentaban infecciones, estaban llenos de parásitos y rodeados de excrementos y utilizaban como refugio bidones de chapa, contenedores de basura y casetas de obra. Al dueño de la granja se la atribuye un presunto delito de maltrato animal que el Código Penal castiga con penas de prisión de hasta 18 meses, además de la inhabilitación para el ejercicio de cualquier profesión que tenga relación con los animales o su tenencia.

Los 55 perros pertenecían a varias rehalas -perros que cazan en grupo- pero carecían de documento de identificación. Además, su propietario tampoco disponía del documento de inscripción como rehala en el registro de núcleos zoológicos de Castilla-La Mancha y de la licencia de caza de esta comunidad. Por si esto fuera poco, en su explotación agrícola había abierto un pozo ilegal que vertía aguas fecales directamente al río Henares.