El impuesto especial que pagas cada vez que compras tabaco, cerveza o vino
La ley de impuestos especiales establece una carga tributaria diferenciada para quienes fabriquen o consuman cierto tipo de productos.
Daniela Londoño
Jueves, 30 de noviembre 2023, 09:41
Aunque hablar de impuestos muchas veces genera suspicacias por lo complejo y amplio del tema. También es verdad que sin los impuestos muchas de las ... funciones y servicios del Estado no podrían existir. En España son múltiples los impuestos que los ciudadanos, trabajadores y empresas deben asumir. Desde el más común y universal que es el IVA, cuando adquirimos cualquier bien o servicio. Pasando por el IRPF que se aplica a las rentas producto del trabajo, sea asalariado o autónomo. Hasta los impuestos sobre el patrimonio, donaciones, e impuestos especiales entre otros. Este último tipo de impuesto suele llamar bastante la atención por su naturaleza «especial».
Es decir, que se aplica en casos, bienes o productos muy particulares y estrictamente regulados por Hacienda. Por lo general, los impuestos especiales están destinados a gravar actividades que los gobiernos consideran deben limitar su explotación. La razón es que dichas actividades o productos afectan en cierto nivel a la sociedad o el medio ambiente. Es el caso de los impuestos que se aplican a empresarios o consumidores de bebidas alcohólicas, tabaco, hidrocarburos, lotería y juegos de azar. En nuestro país, la ley encargada de regular este tipo de impuestos es la Ley 38/1992 y el Real Decreto 1165/1995. Al mismo tiempo, las comunidades autónomas tienen la potestad de realizar ajustes puntuales según sus necesidades y condiciones territoriales.
¿Pero cómo aplica finalmente esta ley? ¿Estoy pagando siempre un impuesto especial cuando decido, por ejemplo, comprar una botella de vino? La respuesta es sí, siempre que consumas productos como bebidas alcohólicas, tabaco, combustibles e incluso la electricidad, estarás abonando un impuesto especial. En el caso de los licores, por ejemplo, la cerveza o mezclas de cerveza con otras bebidas no alcohólicas. Siempre que la graduación sea superior al 0,5% se pagarán entre los 2.75 y 13.56 euros por hectolitro. Por su parte, al vino o bebidas fermentadas se aplican impuestos a partir de una graduación superior al 1.2%.
En el caso del tabaco, se aplican impuestos especiales tanto por unidad de producto como proporcional al precio del mismo. En el primer caso se cobra 41.50 euros por cada mil unidades de cigarrillos y otros similares. En el segundo, el importe pude llegar a ser hasta del 51% del precio de venta al público. Por último, en el caso de los hidrocarburos, el gravamen se aplica en función del tipo de carburante. Así, si hablamos de gasolina sin plomo de 98, el impuesto es de 0,431 euros por litro. Mientras que para la de 95 octanos es de 0,400 euros y el gasóleo, 0,307 euros. Además de estos impuestos, que recaen puntualmente en el consumidor. En algunos casos, los fabricantes, distribuidores y exportadores también deben asumir una carga tributaria determinada.
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