Hacienda lanza un mensaje a los propietarios de casas

El IRPF es uno de los impuestos más conocidos por la ciudadanía y se aplica en un gran número de operaciones de todo tipo. Y, entre todas ellas, la venta de una vivienda no es una excepción. De hecho, es necesario calcular si ha existido una ganancia patrimonial para saber si hay que pagar por esta operación en la Renta del año siguiente.

Sin embargo, no todos los que vendan una casa y obtengan ganancia patrimonial tienen que pagar por ello. Existen unos casos concretos que pueden beneficiarse de una exención del IRPF en este tipo de operaciones. La primera de ellas, que es la más común, tiene que ver con las personas que utilizan el dinero de la venta de la vivienda habitual para comprar una nueva vivienda habitual.

En ese caso no hay que pagar IRPF siempre que la vivienda vendida fuera la habitual, se hubiera residido en ella durante tres años de forma continua. Y también es posible estar exento del pago si no se cumple con el requisito de residir durante tres años si el cambio de residencia se dio por causas justificadas. La nueva vivienda, eso sí, también deberá ser la habitual y el plazo para realizar la reinversión del dinero es de dos años, que pueden ser tanto anteriores como posteriores a la venta.

Además de por invertir en una nueva vivienda habitual, también es posible no pagar IRPF si se es mayor de 65 años, ya que estas personas, independientemente de si vuelven a invertir o no su dinero, no deberán pagar por la venta de su vivienda habitual. La cosa cambia si se trata de una segunda residencia, ya que en ese caso sí que tendrán que tributar por ella.

La última exención de este tipo tiene que ver con entregar el inmueble en dación en pago por no poder hacer frente al pago de la hipoteca. En este caso es necesario que no se posea ningún otro bien en propiedad.