Los hombres jóvenes comienzan a meterse en la cocina

Los varones que aseguran ser los responsables habituales de comprar los alimentos de la casa alcanzaron en este estudio el 33%, tres puntos más que hace dos años, justo la misma proporción en la que se reducen las mujeres encargadas de la tarea, que aun así siguen siendo el 62,9%, porcentaje que aumenta con la edad hasta convertir en recadistas al 75% tras la edad de jubilación.

La suave reducción de las prácticas machistas también se percibe en la cocina. Desde 2015 aumentan en cinco puntos, hasta el 57%, los hombres que dicen saber cocinar, aun así muy lejos del 85% de las mujeres. No obstante, las cosas se igualan cuando se pone la lupa en los más jóvenes. Dicen saber cocinar el 63% de los chicos menores de 30 años, por el 70% de las chicas.

Pero donde más se nota la diferencia entre ambos estudios es en la cantidad de hombres que no solo saben cocinar sino que dicen preparar habitualmente la comida en casa. El informe dice que son el 33%, pocos, pero seis puntos más que hace dos años. Las mujeres, pese a todo, con un 67%, son todavía las cocineras de las familias. El cambio de tendencia viene marcado claramente por los jóvenes. Si se mira al grupo de 18 a 30 años, hacen la comida el 25,4% de ellas y el 21,8% de ellos. Sin embargo, en el grupo de 31 a 49 años, estos cuatro puntos de diferencia ya se transforman en 20 (49,7% frente a 28,4%), que llegan a 40 puntos si se mira las edades entre 50 y 64 años (56,9% frente a 17,3%).

El informe también deja claro que la recuperación económica de los dos últimos años no se ha trasladado a la cesta de la compra y que la mayoría de familias sigue con restricciones similares a la época de la crisis, cuando la mitad de los hogares redujo el gasto de manera sustancial. Como leves síntomas de mejora está la mínima subida de los que gastan al mes en alimentos entre 150 y 450 euros, que es el caso del 70% de los españoles, un mayor consumo de productos frescos (seis puntos), y el mayor tiempo (unos 8 minutos semanales) que invierten en las compras.

Sin embargo, las estrategias para apretarse el cinturón siguen intactas. Los que compran marcas blancas (53%) y los productos de menor precio (45,8%), o lo que redujeron las adquisiciones de carne y pescado (18%), solo han mejorado un punto en dos años. Los que salen menos a comer fuera de casa (44%) y los que han recortado de copas y aperitivos en la calle (entre el 20% y el 27%) son exactamente los mismos. Y lo que es peor, los que se saltan un comida al día (7,7%) y los que acuden a programas de ayuda alimentaria (4,6%) han aumentado en un punto y medio, y los que se llevan la comida de casa al trabajo (27,7%) han empeorado dos puntos.

El análisis constata que solo el 24% de los españoles realiza las cinco comidas diarias recomendadas, que el 67% asegura que solo desperdicia el 10% de los alimentos que compra, y que el supermercado es el lugar de compra preferido (entre el 36% y el 56%, según los territorios), con la tienda de barrio especializada en notable ascenso y el mercado tradicional en constante retroceso. Uno de los puntos que destaca con más preocupación es que muchos de los menores de 30 años, en concreto el 43%, comen y cenan a diario con la televisión o un móvil o una tableta. Diez puntos más de media que otras edades. El documento indica que ese comportamiento va asociado una dieta poco cuidada y variada y a la tendencia a padecer sobrepeso.