Un guipuzcoano pleitea por la herencia de 14 millones de un empresario leonés tras demostrar su paternidad
El multimillonario, fallecido hace cuatro años, se empadronó en Pamplona para no dejar los bienes a ningún hijo gracias a su régimen foral
Gaizka Lasa
San Sebastián
Martes, 23 de septiembre 2025, 10:39
El enésimo caso del bufete de abogados sevillano de Fernando Osuna, experto en filiaciones y encargado, por ejemplo, de las del Cordobés y Julio Iglesias, ... tiene esta vez como protagonista a un empresario guipuzcoano y pone en juego una herencia cuyo valor se estima superior a los 14 millones de euros. Un juzgado de Madrid ha fijado ya fecha de juicio para abril de 2026 y en el mismo se dilucidará si este ciudadano guipuzcoano es heredero legal de la fortuna amasada por un empresario leonés que falleció hace cuatro años a sus 89 años. Su madre también murió hace dos años y no tendrá que pasar por el trance de la resolución judicial.
Un magistrado de la capital española dictará así el final de una historia que arrancó con la infidelidad de una mujer de una familia guipuzcoana acomodada, siguió con la batalla legal del hijo para ser reconocido como tal y se ha terminado de enrevesar con la estrategia del entorno del millonario para lograr desheredar al fruto no deseado de su romance clandestino y no tener que cederle parte de su gran fortuna.
El conocido abogado andaluz cuenta a Diario Vasco el origen del caso que le lleva a representar al empresario guipuzcoano. «En una familia acomodada, de clase media alta, la madre del ahora demandante tiene un desliz, una infidelidad, con un multimillonario leonés, que se mueve entre León y Madrid. En un primer momento, la madre no le dice nada al marido, pero después de mucho tiempo comenta a su hijo que su padre no era quien pensaba, sino que era un multimillonario de León. Es entonces cuando se pone en contacto conmigo. En nuestro despacho llevamos casos de paternidades de famosos, actores, futbolistas, cantantes...».
El millonario leonés había dejado su fortuna a un sobrino, un oftalmólogo y varias órdenes religiosas
La representación legal del guipuzcoano se puso manos a la obra y «presentamos la demanda hace unos diez años. Ganamos el juicio y el multimillonario tuvo que ir a hacerse la prueba de ADN delante del juez. Fue cuando dio un porcentaje del 99% de que era el padre biológico». En el proceso, incluso presentaron al juzgado cartas que la madre y el señor dueño de grandes fortunas se habían intercambiado en su fase de ruptura de la relación. El leonés interpuso un recurso de apelación, pero finalmente el Tribunal Supremo dio la razón al hijo y posibilitó seguir dando pasos en el proceso judicial que tendrá su próximo hito en abril.
Contratación de un detective
Al poco tiempo de que la Justicia declarase oficialmente la relación de paternidad, el empresario español falleció en su mansión de Madrid. Sin embargo, antes de ello había tratado de esquivar la obligación legal de dejar parte de sus bienes a su vástago no reconocido. Asesorado por un entorno amenazado por la presencia del inesperado descendiente, se empadronó en Pamplona para hacer valer el peculiar régimen foral de Navarra en el ámbito de sucesiones, según el cual no es necesario ceder la legítima –parte de los bienes– a un descendiente.
Un juzgado de Madrid ha bloqueado el dinero de la herencia hasta comprobar quién es el heredero
En el relato de la historia, el abogado explica que «como el multimillonario teme que el guipuzcoano reclame la herencia, finge vivir en Pamplona. Se empadrona allí. Alquila un piso de muy poca calidad, de 60 metros cuadrados, en un barrio marginal de la capital navarra. Pero sabemos que nunca ha ido allí. Contratamos a un detective y averiguamos que este señor nunca había vivido allí. Todo era para poder desheredar a su hijo. Está demostrado. Presentamos la correspondiente demanda al juez y el procedimiento se lleva en un Juzgado de primera instancia de Madrid. Allí resolvieron a nuestro favor el asunto de la filiación y ahora viene la segunda etapa de este caso, que tiene que ver ya con la herencia».
El testamento que había hecho el adinerado anciano, que no llegó a casarse ni tener familia, repartía sus fortunas entre un sobrino suyo de Madrid, un oftalmólogo de Oviedo, varias instituciones religiosas de León y Zamora y un albacea –persona designada por el testador para ejecutar su última voluntad y gestionar la herencia hasta su distribución– que cobra actualmente 10.000 euros al mes. Fuentes cercanas al caso señalan que entre las personas elegidas por el rico empresario figura un familiar de un algo cargo de la UE.
«Ya ganamos el caso de la filiación y ahora la segunda parte tiene que ver con la herencia»
Fernando Osuna
Abogado
Para Osuna, «se trata de un testamento para favorecer a su gente y evitar que mi cliente herede, pero según nuestro criterio, incurre en un fraude». La estrategia del bufete que representa al empresario guipuzcoana consiste en comprobar que su verdadero padre nunca ha vivido en Pamplona, no es navarro y, por tanto, se somete a la legislación general que asigna de manera obligatoria una parte de la herencia para el descendiente biológico. Tendrán que ser los tribunales los que decidan, pero de momento un juzgado de Madrid ya ha bloqueado la herencia para comprobar si el primogénito del fallecido es el legítimo heredero. Nadie puede tocar el dinero.
«El testamento que hizo el señor incurre, a nuestro modo de ver, en fraude porque nunca llegó a vivir en Pamplona»
Fernando Osuna
Abogado
No es fácil determinar la cuantía de los bienes, pero Osuna concluye que «hablamos de mucho dinero en juego». La estimación asciende a 14 millones de euros en base al valor del piso de Madrid de 400 metros cuadrados, algunas cuentas bancarias y algunas acciones. Sin embargo, podría no quedarse ahí. «Estamos indagando porque parece ser que este señor derivó mucho dinero a bancos suizos», devela el abogado andaluz. Estas pesquisas seguirán su curso en las sucesivas semanas y ayudarán a aproximar de una manera más rigurosa a cuánto puede ascender la riqueza del fallecido.
Una finca de cacería en León
Existe otro frente de controversia en este culebrón: una finca de cacería en León. Explica Osuna que «con el vacío que hay en estos momentos en la herencia, nadie puede tomar posesión de los bienes porque no está aún determinado quién es el heredero legal, si mi cliente o los tres o cuatro nombrados por él». Hay dinero pero, de momento, nadie puede disponer de él, de manera que los animales de la finca leonesa –un centenar aproximadamente– están mal atendidos».
Esta derivada del caso se ha puesto en conocimiento del Seprona –Servicio de Protección de la Naturaleza– de la Guardia Civil, que ha formulado su informe de averiguaciones y lo ha puesto a disposición del juzgado, pidiendo asimismo que cese la situación de abondono sobre la finca. El abogado sevillano avanza que «estamos intentando negociar pero no conseguimos acuerdo. Ahora mismo, el dinero está bloqueado y nadie puede cobrarlo, menos esos 10.000 euros que se lleva al mes el albacea del que no hemos podido conocer el origen».
En cuestión de meses, la Justicia dictaminará si esa riqueza va a parar a manos de un empresario guipuzcoano que podría hacer el negocio de su vida.
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