La fruta que altera el efecto de los medicamentos
Algunas comidas interfieron en el efecto de fármacos
C. L.
Martes, 2 de septiembre 2025, 12:40
Tomar medicamentos es algo cotidiano del día a día para muchas personas, por eso es importante entender que en su efecto influyen otros aspectos como ... la alimentación. En ocasiones, los alimentos pueden interferir en la eficacia del fármaco, ya que hacen que pierda su efecto o que lo incremente a niveles indebidos. Y es que determinadas mezclas pueden incluso producir efectos secundarios en el consumidor.
Al ingerir un alimento, se producen cambios fisiológicos en el aparato digestivo del paciente. Estas modificaciones, en ocasiones, pueden cambiar la respuesta que un medicamento tiene en el cuerpo humano. En función del tipo de alimento, el aparato digestivo reacciona de una forma u otra. Así, los alimentos ácidos cambian el pH del estómago y hace que la absorción de los medicamentos sea distinta a la usual. También, si el estómago está lleno, el medicamento puede pasar más tiempo del recomendado en el tracto digestivo, lo que aumenta su efecto en el organismo, o lo contrario.
Hay alimentos que aceleran el tránsito intestinal, lo que hace que la medicina pase menos tiempo en el organismo, reduciendo su efecto. Según un artículo publicado por CinfaSalud, este tipo de interacciones se llaman farmacocinéticas. También las hay fisicoquímicas, que se producen cuando el estómago tiene líquido como refrescos o zumos que dificultan la acción del fármaco.
El pomelo, la fruta que más afecta
El pomelo es, quizás, de los alimentos que más afectan a la ingesta de medicamentos, ya que contiene un compuesto llamado furanocumarinas que inhibe una enzima intestinal responsable del metabolismo de hasta la mitad de los medicamentos. Esto supone que su ingesta podría elevar los niveles en sangre del fármaco, aumentando el riesgo de posibles efectos secundarios. Según indican artículos de medios especializados en salud, hasta 85 medicamentos pueden reaccionar negativamente con esta fruta, como los ansiolíticos, los inmunosupresores o las estatinas (medicamentos para reducir el colesterol), y su acumulación en sangre, que se ve aumentada por el pomelo, puede llegar a volver tóxicos los medicamentos, como sucede con el sildenafil, más conocido como Viagra.
El regaliz es otro de esos alimentos que en algunos casos no puede provocar efectos inesperados al mezclarlo con algunos medicamentos. Contiene glicirrina, un compuesto que altera el metabolismo de algunos fármacos. Según Heart.org, su mezcla con digoxina (una medicina para el corazón) puede llevar a la toxicidad e incluso aumentar el riesgo de arritmias. Además, puede reducir la efectividad de los medicamentos para la presión arterial. En la mayoría de casos, estos síntomas se producen cuando el paciente ha ingerido ese alimento en grandes cantidades, aunque hay algunos casos en los que se ha producido con una dosis más baja.
Los lácteos suelen reducir la absorción de determinados alimentos, lño que puede provocar que pierdan eficacia. La explicación de este efecto reside en el calcio presente en todos los lácteos. Los antibióticos contienen moléculas que se «enganchan» fácilmente a esos minerales y hace que se reduzca el efecto del medicamento.
El alcohol es otro claro enemigo de los medicamentos. Este es quizás el más conocido por todos. En este caso, los motivos de esta incompatibilidad son varios. El primero de ellos tiene que ver con el efecto del alcohol en el hígado. El alcohol utiliza enzinas hepáticas que al juntarse con un medicamento pueden o competir, haciendo que el fármaco tarde más en eliminarse, aumentando el riesgo de toxicidad, o acelerar la actividad en el caso de que el paciente sea alcohólico, haciendo que el fármaco pierda eficacia.
Hay que tener en cuenta que, en general, esos efectos afectan a una minoría, es decir, que no es necesario evitarlos, sino consumirlos de manera normal, y en casos muy concretos, evitarlos durante la ingesta de antibióticos. Además, en la mayoría de casos, el prospecto del medicamento suele incluir un apartado sobre la ingesta del mismo con alimentos, bebidas y alcohol. En ese escrito se detalla si el fármaco debe tomarse en ayunas, con comida, qué bebida puede interferir en la absorción o si hay que separar la ingesta de algunos productos, por ejemplo.
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