El enigma de la vitamina D: beneficios y cómo consumirla

Pero, ¿realmente es tan buena como parece? Lo cierto es que sí que aporta una gran cantidad de beneficios al organismo, aunque hay que tener en cuenta ciertas consideraciones, ya que no es milagrosa. Así lo explica a IDEAL el doctor Emilio Fajardo, especialista de Medicina Interna de Vithas Granada, que señala que la vitamina D ofrece beneficios para el sistema inmunológico, el sistema nervioso y también a nivel óseo y muscular.

Por ejemplo, en lo que atañe a los huesos explica que permiten «absorber mejor el calcio», lo que evita huesos débiles en los niños y descalcificación en adultos. Mientras que a nivel muscular es importante en relación con enfermedades atróficas y distróficas. Pero no es lo único, ya que en lo relativo al sistema nervioso se ha observado que la vitamina D ayuda frente al desarrollo de enfermedades como la demencia, el alzheimer o la esclerosis múltiple, entre otras. Algo que también ocurre con enfermedades autoinmunes como el asma.

«Hay que tener en cuenta que tomar vitamina D no significa que no vayan a aparecer estas enfermedades. Son enfermedades multifactoriales y existen otros motivos genéticos, de toxicidad externa o ambientales que también pueden influir para su desarrollo», cuenta Fajardo.

Sobre cómo aportar vitamina D al organismo, el especialista de Medicina Interna de Vithas Granada detalla que alrededor de un 80% la absorbe la piel a través del sol, mientras que el 20% restante se consigue mediante la alimentación. Por este motivo, hay que tomar el sol, siempre con precaución y protección, y consumir algunos alimentos ricos en vitamina D como el salmón, el aguacate, los huevos, la leche y derivados o carnes como el hígado de vacuno y pollo.

«Hay que tener claro que no todo el mundo debe tomar suplementos con vitamina D. De hecho, a partir de determinados niveles puede ser tóxica». Y, en ese caso, pueden aparecer efectos secundarios como irritabilidad, fatiga y hasta daños renales. De modo que la forma de actuar con la vitamina D siempre debe ser la misma: recurrir a un médico para, antes de tomar nada, realizar un análisis de sangre y comprobar los niveles de esta vitamina.

«En España el 40% de la población menor de 65 años tiene insuficiencia de vitamina D. Una cantidad que aumenta hasta el 80% de la población en los casos de mayores de 65 años, ya que con la edad se sintetiza menos la vitamina D que se absorbe del sol». De este modo, las personas jóvenes que llevan una vida sana no deberían preocuparse por ella. Mientras que a partir de los 50 años sí que es recomendable empezar a hacerse controles.

Más allá de estos casos generales, también hay algunos concretos en los que sí que podría ser necesario recurrir a la suplementación de vitamina D. Según detalla Fajardo, puede ser positivo para pacientes con enfermedades gastrointestinales, pacientes operados de cirugía bariátrica, pacientes que toman determinados medicamentos como corticoides y diuréticos y también para las mujeres en lactancia. Además de para la gente que no se expone al sol o las personas con piel más oscura. «Siempre hay que hacerlo con control para evitar riesgos. Es imprescindible que el tratamiento sea bajo prescripción de un especialista», finaliza.