Fin a 55 días en Pekín

Tras las dos guerras del opio y el conflicto nipón, a finales del siglo XIX las potencias occidentales y Japón habían impuesto un severo control a la gobernante dinastía Qing. Los desastres naturales y las hambrunas agravaron el descontento popular. La Sociedad de los Puños Enhiestos y Armoniosos o Yihequan comenzó a matar a misioneros cristianos y a chinos conversos y a atentar contra intereses foráneos. Sus rituales y artes marciales les valieron entre los ingleses el apodo de 'bóxers' (boxeadores), aunque ellos estaban convencidos de que esas prácticas los hacían invencibles, incluso invulnerables a las balas. Ya se vio que no.

Crecidos por el apoyo de la emperatriz Cixi, el 20 de junio de 1900 los Yihequan asesinaron al embajador alemán -lo que provocó la inmediata declaración de guerra de las potencias occidentales- y sitiaron el barrio diplomático de la capital. Los empleados de las legaciones y sus familias se defendieron del asedio -al que se sumaron tropas regulares chinas- con armas ligeras y un solo cañón.

Hubo cientos de muertos de ambos bandos, hasta que las tropas de la alianza de Estados Unidos, Reino Unido, Austria-Hungría, Francia, Alemania, Italia, Rusia y Japón -España aún no se había recuperado de la humillación de 1898- pusieron fin al sitio.

La resistencia frente al hambre y las balas fue descrita en la película de Nicholas Ray '55 días en Pekín' (1963), protagonizada por Charlton Heston, Ava Gardner y David Niven, con una indisimulada parcialidad en favor de los heroicos forasteros.

La película se rodó en Las Rozas (Madrid) con la participación de medio millar de extras españoles. En el filme aparece brevemente el embajador hispano Bernardo Cólogan -interpretado por Alfredo Mayo-, que había mantenido buenas relaciones con la emperatriz y participó activamente en las negociaciones de paz.

Tras semanas de destrucción, saqueo y represión de las fuerzas occidentales sobre la población autóctona, el levantamiento 'bóxer' finalizó formalmente el 7 de septiembre de 1901 con un duro acuerdo que implicaba aún más presencia extranjera en China, la prohibición de importar armas y 330 millones de dólares en reparaciones a las potencias agraviadas. La dinastía Qing quedó políticamente debilitada tras la crisis y el imperio se convirtió en república en 1912. Pese a todo, en la historia oficial china los Yihequan son considerados un movimiento patriótico contra los intrusos.