Detenido un hombre de 84 años en una residencia de Navarra tras matar presuntamente a otro interno, de 64

En el auto de ingreso en prisión, el juez recoge que se trata de «unos hechos, sin perjuicio de ulterior calificación, que serían constitutivos de un delito de asesinato consumado, del artículo 139.1a del Código Penal, que prevé unas penas que oscilan entre quince a veinticinco años de prisión».

El auto señala que el presunto autor del crimen se aproximó a la cama en la que compartía habitación con la víctima, a la que arrojó contra el suelo y golpeó en la cara con gran violencia, ocasionando su muerte, «sin posibilidad de defensa alguna».

El juez considera que «concurren suficientes indicios para considerar» al detenido como responsable de los hechos ya que era «la única persona que se encontraba en la habitación» junto con la víctima, «toda vez que sobre las 20 horas se habían acostado en sus respectivas camas para dormir, sin que concurra indicio alguno de intervención de terceras personas».

«En efecto, de las grabaciones de las cámaras de seguridad instaladas en el pasillo de la planta baja, se desprende cómo -los dos residentes- accedieron a la habitación y aunque si bien no se grabó el interior de la habitación, durante el periodo indicado no entró ninguna tercera persona, por lo que los indicios determinan de forma inequívoca -al detenido- como autor de la brutal agresión», expone el auto.

Sobre las 22.40 horas, el personal de la residencia halló el cuerpo de la víctima tendido en el suelo, presentando diversas lesiones en cara y cráneo, ensangrentado, mientras el presunto autor de los hechos se encontraba acostado en su cama, con restos de sangre en sus manos y pies.

Las trabajadoras de la residencia manifestaron a agentes de la Policía Foral de Navarra que el presunto autor les dijo que «le habían metido a uno en la habitación y le había golpeado», según recoge el auto judicial.

En conexión con lo anterior, era la primera vez que este hombre dormía en la residencia en compañía de otro residente, «siendo tal circunstancia probablemente interpretada por -el detenido- como un elemento disruptor, que en conjunción con el deterioro cognitivo que padece propició una agresión tan brutal». «Tales sólidos indicios evidencian motivos bastantes para considerarle responsable criminalmente del delito investigado», recoge el auto.

Además, el juez considera que «concurre riesgo de reiteración delictiva, a la vista de la agresión tan inopinada, como brutal, desplegada por -el detenido- sobre su compañero de habitación, mientras dormía».

Así, el juez señala que, «caso de no adoptarse la prisión provisional existe un elevadísimo riesgo de que el investigado pueda cometer actos de idéntica naturaleza sobre personas de las que se rodee, máxime si padece una patología, como la que se informa por el médico forense, que pudo propiciar y/o potenciar una agresión tan brutal y contundente». «Tales circunstancias evidencian riesgo de reiteración hacia terceras personas, justificando la adopción de la prisión provisional para tales fines», explica.

Contra el auto de ingreso en prisión se puede interponer ante el propio Juzgado recurso de reforma en el plazo de tres días a contar desde el día siguiente al de la notificación y recurso de apelación, subsidiariamente al de reforma o bien con carácter independiente, en el plazo de cinco días, a contar desde el día siguiente al de la notificación.