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AIDA ORTIZ
Jueves, 19 de julio 2018, 01:25
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La nueva normativa de la ITV entró en vigor el pasado mes de mayo, con una serie de modificaciones que obliga a las estaciones a realizar inspecciones mucho más exhaustivas y a ser mucho más exigentes en determinados aspectos, como las emisiones de gases contaminantes. Esto, unido al envejecimiento del parque automovilístico en España, está provocando un incremento en el número de inspecciones desfavorables.
Los vehículos diésel son los más afectados, a pesar de que AECA-ITV asegura que no hay nada que temer, siempre y cuando se lleve a cabo un mantenimiento adecuado y periódico del vehículo. No obstante, se contempla la posibilidad de un incremento en el precio de la ITV para vehículos diésel, aunque esto quedaría supeditado a que los fabricantes «insistan en cobrar por acceder a las centralitas de sus vehículos».
Además, hay que tener en cuenta que el incremento de suspensos durante el pasado curso se debió a la introducción del límite de emisiones contaminantes especificado en la placa del fabricante de los vehículos diésel.
Por su parte aquellos vehículos que cuenten con sistemas alternativos, como los coches eléctricos, híbridos o autónomos, no tendrán que preocuparse por estos aspectos, ya que serán las estaciones las que se adapten a la nueva normativa.
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