Penas de entre 10 y 24 años de prisión para los condenados por el asesinato de Samuel Luiz

El jurado popular, formado por nueve personas, consideró a Diego Montaña, la persona que inició la agresión, culpable de asesinato con alevosía por unanimidad, destacando que tenía «animadversión hacia la homosexualidad» tras llamar «maricón de mierda» a la víctima al pensar que les estaba grabando con su teléfono móvil. Es por lo que la magistrada le ha impuesto 24 años de cárcel, pena muy cercana al máximo legal (25), que no le aplica porque el jurado no apreció la agravante de ensañamiento.

Aún así, en su exposición, la magistrada afirma que Diego Montaña, ha mostrado desde el principio «una absoluta falta de empatía y una crueldad que merecen un mayor reproche penal».

A Alejandro Freire, considerado culpable de asesinato con alevosía por unanimidad, la magistrada ha impuesto una pena de 20 años de prisión ya que atacó a Samuel por la espalda, lo abatió y lo tiró al suelo, impidiendo la defensa y huida de la víctima casi desde principio hasta el final de la agresión.

Para Kaio, la jueza ha dictado una condena de 17 años por el asesinato y otros tres y medio por el robo con violencia. Y es que en el si encuentra un papel diferenciador con respecto a Diego y Alejandro. La magistrada estima que la intervención de Kaio en el asesinato no «alcanza la entidad» que la de los dos primeros acusados, según concluyó el jurado popular en su veredicto.

«En cuestión de segundos, se adhirieron de forma progresiva al ataque un numeroso grupo de amigos y conocidos de los acusados, que se hallaban en las inmediaciones», asegura la presidenta del Tribunal, quien añade que Kaio «se integró en el grupo agresor, quien atacó a Samuel por la espalda y rodeándole con fuerza el cuello con su brazo, propinando a la víctima al menos una patada». Una acción que, según el fallo, dejó a Samuel sin la posibilidad de defensa alguna. «Actuaron representándose como probable la fatal consecuencia del fallecimiento de Samuel y asumiendo el riesgo que conllevaba su acción», continúa la magistrada.

Para el último de los condenados, Alejandro Míguez, que fue declarado cómplice del asesinato, la condena es de díez años de prisión. En el veredicto, el jurado consideró que si bien no pegó a Samuel, evitó que fuera socorrido.

En el momento de la agresión, Diego Montaña se encontraba acompañado de su pareja, aunque la jueza la ha absuelto porque el jurado popular, tras analizar todas las pruebas, le atribuyó una actitud absolutamente pasiva. «Primero trató de contener a Diego, después trató de separarlo y, aunque continuó el trayecto de la agresión, no lo hizo con actos absolutamente necesarios ni auxiliares para el fatal desenlace».