Condenado un técnico sanitario por poner su pene en las manos de una paciente octogenaria

Los hechos ocurrieron en el verano de 2017 cuando la paciente, que entonces tenía 82 años, acudió a un centro del grupo Quirónsalud para realizarse una gammagrafía, una prueba diagnóstica que consiste en la administración de una pequeña dosis de radioisótopo para diagnosticar enfermedades óseas y valorar su gravedad.

Según la sentencia, un técnico de rayos se acercó a la paciente, que estaba tumbada boca arriba, y colocó su pene en una de sus manos. La mujer se marchó a casa desconcertada y regresó al centro una hora después para realizar la segunda fase de la prueba. En esta segunda ocasión el trabajador sanitario volvió a colocar su pene en una mano de la octogenaria cuando ésta se encontraba tumbada en la camilla. Fue entonces cuando la mujer le gritó «sinvergüenza» y se marchó llorando sin acabar la prueba.

La resolución judicial subraya que la paciente tuvo que ser atendida ese mismo día en el servicio de urgencias de un hospital por sufrir una crisis de ansiedad y durante seis meses estuvo siguiendo un tratamiento con antidepresivos y ansiolíticos ya que solía tener pesadillas con el acusado. Ahora el técnico de rayos también deberá indemnizar a la víctima con 12.825 euros en concepto de responsabilidad civil. Además, no podrá ejercer esta profesión en centros sanitarios públicos o privados durante tres años ni realizar trabajos que impliquen contacto directo con menores durante cinco años.