El Instituto de Astrofísica sitúa a Granada en la élite científica del país

La distinción forma parte del subprograma de fortalecimiento institucional del Plan Estatal de Investigación Científica Técnica y de Innovación impulsado por el Ministerio de Ciencia y tiene como objetivo financiar y acreditar los centros y unidades públicas de investigación, en cualquier área científica, que demuestran impacto y liderazgo científico a nivel internacional y que colaboran activamente con su entorno social y empresarial.

Más allá del prestigio, el reconocimiento se traduce en la financiación de un millón de euros anual durante cuatro años consecutivos que permite a los centros escogidos profundizar en sus proyectos científicos al tiempo que les permite mejorar la apuesta por los jóvenes talentos investigadores.

En su última convocatoria, sólo otros cuatro centros de investigación nacionales han sido reconocidos con el sello de excelencia que ahora recibe la institución granadina.

«Cuando doy la bienvenida al Instituto de Astrofísica de Andalucía, doy la bienvenida al centro de excelencia Severo Ochoa del Ministerio de Ciencia y esa es una oportunidad que no podemos y no vamos a perder ni por nosotros ni por Granada, ni por Andalucía ni por España», asegura Antxon Alberdi, director de la institución.

Para el científico, que ayer recibió la visita de las autoridades locales y autonómicas, la distinción «es un reconocimiento a la excelencia de la actividad investigadora del instituto» y le permitirá superar los problemas de personal que padece en los últimos años.

En su mejor momento, el IAA llegó a tener a 215 personas en su plantilla. En la actualidad, la cifra varía entre los 185 y los 190 empleados. «El problema ha venido por dos razones», explica Alberdi. «No ha habido nuevas plazas de cientificos y tecnólogos en los últimos años, y ha disminuido la presencia de personal predoctoral (suministradores de información) y posdoctoral (importantes porque son gente con iniciativa y tienen lineas de investigación propias); y la adquisicion de la medalla Ochoa nos va a ayudar a superarlo».

La disminución de personal, no obstante, no ha afectado a la producción científica. En el último lustro, los investigadores han firmado una media de 300 artículos cada año colocando al IAA como el segundo centro en producción científica de su ámbito en España y el séptimo en el total de los que forman parte del CSIC.

Importante historia

Con 43 años de antigüedad y un presupuesto que supera los 10 millones de euros, el IAA-CSIC ha evolucionado desde que tomara forma por primera vez en los antiguos salones nazaríes del palacio de la Madraza. El desarrollo de nuevas líneas de investigación y la participación de algunos de los científicos más reconocidos en el ámbito de la astronomía y las ciencias del espacio les ha permitido lograr hitos como el descubrimiento del doble anillo de polvo en torno a Próxima Centauri, la estrella más cercana al Sistema Solar, o la participación en el proyecto Rosetta, que logró situar una sonda en la superficie del cometa cometa 67P/Churiumov-Guerasimenko en 2014 y 2015. Ambos trabajos tuvieron eco en algunas de las publicaciones más importantes del mundo científico.

No obstante, el objetivo del centro sigue siendo aumentar el conocimiento que la sociedad tiene del cosmos y lo hace, como explica Alberdi, «a través de las observaciones, de las interpretaciones de los resultados observacionales que logramos, de los modelados numéricos de esos resultados y, aparte, del desarrollo de tecnología tanto para instrumentos en el espacio y la Tierra que nos permiten afianzar los resultados».

En estos momentos, el IAA participa en proyectos de gran calado internacional como CARMENES, encargado de la detección de exoplanetas en las galaxias más cercanas, o Exomars, que busca evidencias de vida en Marte al tiempo que estudia las características del planeta desde su órbita.

En el horizonte del instituto andaluz está su participación en la misión Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA). Se trata de un proyecto que intentará colocar un instrumento en la órbita del sol con el objetivo de estudiar su comportamiento y su influencia en el sistema.

Calar Alto y Sierra Nevada

Además de emplear algunos de los más importantes instrumentos que hay dispersos por todo el mundo, la institución gestiona directamente en su entorno. Son los observatorios de Sierra Nevada, situado a 2.900 metros, y de Calar Alto, localizado en la Sierra de Filabres.

Este último ha sido hasta ahora coordinado por un consorcio internacional en el que participaban el Gobierno de España –a través del IAA– y el Instituto Max Planck de Alemania. El centro germano anunció recientemente su salida del proyecto, una posición que será ocupada por la Junta de Andalucía a partir de enero de 2019.