'Cazan' a una estafadora porque apareció en Telecinco y fue reconocida por sus víctimas

La mujer, presuntamente, empleaba diferentes métodos y anuncios en Internet, con los que obtuvo más de 57.000 euros de forma fraudulenta, por lo que se le imputan doce delitos de estafa y tres de usurpación de estado civil.

El pasado mes de marzo, la detenida, residente en Els Pallaresos (Tarragona), denunció problemas de convivencia con sus vecinos en un programa de fin de semana de Telecinco, concretamente en Viva la Vida, de Toñi Moreno.

A partir de ese momento, la reconocieron varias víctimas y quince presentaron denuncias en diversas comisarías de toda España.

La detenida, en ocasiones anunciaba en internet que alquilaba su vivienda familiar en Els Pallaresos, pero no era de su propiedad, ya que por un auto judicial había sido adjudicada hace años a una entidad bancaria.

Los interesados contactaban con ella directamente -la mayoría eran residentes en el municipio vecino de Tarragona- y les pedía entre 1.500 a 2.000 euros como paga y señal para la reserva o el pago por adelantado de los primeros meses de alquiler.

Aunque solía pedir el dinero en efectivo, también admitía el pago mediante trasferencia bancaria a una cuenta a nombre de un hijo menor de edad.

Luego, ponía todo tipo de excusas para no cumplir con lo acordado e incluso amenazaba a sus víctimas con denunciarlas a la policía si seguían molestándola.

Además, con los datos personales que obtenía de sus víctimas, solicitaba préstamos en internet haciéndose pasar por ellas.

Otro fraude que se le imputa es darse de alta en líneas telefónicas a nombre de conocidas -a las que engañaba para que le dejaran su documentación- y con cuentas bancarias ficticias, por lo que después les llegaban reclamaciones de deudas por impago.

También se le atribuye el fraude de contactar a través de conocidos con terceras personas con notable poder adquisitivo para pedirles un préstamo con excusas, al que accedían por la confianza de tener amigos comunes.

Por último, la mujer habría puesto a la venta en varias páginas web un vehículo histórico, una moto de marca emblemática, que era propiedad de su marido.

Sin embargo, cuando el comprador ingresaba la paga y señal para la reserva, ya no conseguía volver a contactar con la ahora detenida.