Todos los caminos que iban a Roma
El proyecto Itiner-e reconstruye 300.000 kilómetros de carreteras del Imperio Romano y revela que se extendía más allá de lo que se pensaba
Lo que mantenía unido al vasto territorio del Imperio Romano era un entramado de carreteras que superaba en longitud a cualquier red vial moderna. Durante ... siglos, arqueólogos, historiadores y exploradores han perseguido los restos de esas vías: hitos milenarios, tramos pavimentados, menciones en itinerarios antiguos, epígrafes... pero nadie había logrado reunir todas las piezas de este puzle. Ahora un equipo internacional de investigadores, liderado por expertos de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Aarhus (Dinamarca), ha creado Itiner-e, el mapa digital más completo y detallado jamás realizado de las calzadas del Imperio. El trabajo, publicado en la revista Scientific Data del grupo Nature, cifra en 299.171 kilómetros la extensión total de las vías romanas, más de lo que se creía hasta ahora.
Itiner-e reproduce en alta resolución la red viaria que unía los territorios imperiales desde Britania hasta Egipto en torno al principado de Antonino Pío, sucesor de Adriano. Para desarrollar este mapa, los investigadores han combinado fuentes clásicas -como el Itinerarium Antonini o la Tabula Peutingeriana- con registros arqueológicos, mapas topográficos e imágenes aéreas satelitales.
A partir de esta información, digitalizaron cada tramo y lo ajustaron al relieve real, siguiendo valles, pasos de montaña y cursos de ríos. «La digitalización nos ha permitido combinar la información de todas las fuentes y plasmarla sobre el terreno con gran exactitud», explica Pau de Soto, arqueólogo de la UAB y codirector del estudio.
Senderos rurales
Esta nueva cartografía ha revelado una red mucho más extensa y articulada de lo que se suponía. Así, la longitud conocida de la red viaria del Imperio se ha ampliado en más de 100.000 kilómetros. «En los proyectos realizados hasta ahora se había tendido a estimar trazados rectos. Al precisar los trazados de las rutas propuestas previamente y adaptarlos a los relieves del terreno, las distancias han aumentado. En pasos como los de los Pirineos, las carreteras no podían ser rectas», aclara De Soto
De los casi 300.000 kilómetros reconstruidos en este mapa interactivo, más de 103.000 corresponden a vías principales y unos 195.000 a caminos secundarios o rurales. Sin embargo, solo el 2,7% de los trazados está confirmado arqueológicamente: el 89,8% se considera conjetural y el 7,4% hipotético. «Un trazado 'cierto' es aquel del que no existe duda sobre su construcción y uso en época romana, normalmente porque se ha excavado y documentado su 'romanidad'. Los conjeturales son conocidos pero no totalmente verificados, y los hipotéticos conectan puntos que debieron estar enlazados», detalla De Soto.
El mapa digital, disponible de forma libre en itiner-e.org y muy fácil de usar, permite explorar cada vía, incluidos datos sobre su pendiente o estado de conservación. De Soto aclara que Itiner-e «no es un proyecto cerrado, sino una herramienta viva».
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