Billetes de pesetas que puedes tener en casa por los que pagan hasta 14.000 euros

¿Tienes todavía en casa monedas y billetes de pesetas en casa? Pues puedes venderlos, y a un muy buen precio. Aquí recopilamos una serie de billetes que pueden darte una alegría en caso de que digas de desprenderte de ellos.

U. n billete original de 500 pesetas de España que tiene la imagen del Cardenal Cisneros. Es original de 1928 pero se modificó en 1943.

Esta subasta extraordinaria incluye billetes de todo el siglo XX cuya calidad está verificada por los coleccionistas.

Uno de los ejemplares más escasos por su antigüidad. Como detalle, tiene la cara de Velázquez en su parte izquierda.

No llegó a circular. En este papel moneda se indica que es de curso legal y que fue acuñado en Burgos el 21 de noviembre de 1936.

La Dama de Elche en un billete antiguo. El valor de este ejemplar de Barcelona asciende hasta los 14.000 euros.

Portales como Todocolección y Catawiki tienen una sección dedicada a la compraventa y subasta de las monedas, y otros como Foronum se dedican exclusivamente al intercambio de estas piezas de coleccion. Foronum, además, permite interactuar a través de un foro con otras personas especializadas en coleccionismo.

En cambio, si se busca una relación personal y un lugar para debatir sobre numismática, en Granada existe una pequeña tienda dedicada al coleccionismo: Numismática El Galeón. Este local, ubicado en la calle Verónica de la Magdalena, está dedicado a «la numismática, la filatelia, los billetes y todo el mundo del coleccionismo», como indica su dueño, Mariano Villafranca. Si bien en esta tienda se puede acceder a todo tipo de objetos coleccionables, «lo que más valor tiene son las monedas, porque por sí solo el metal de las mismas ya tiene un valor», indica Villafranca.

Eso, sí, Mariano Villafranca que las pesetas que se pueden vender por miles de euros no se encuentran fácilmente: «una pieza de esa categoría no circula por la calle. Sólo las tienen algunas personas». Estas monedas pertenecen a tiradas muy limitadas (de 100 o 1.000 copias), como las de los duros de Franco acuñados en 1952 o las 100 pesetas de oro de 1870, de las que sólo se hicieron 100 copias. Por el contrario, «de una tirada de la que se hagan millones, no hay coleccionismo. Todo es ofer