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L. Velasco
Martes, 2 de agosto 2022, 11:37
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La inflación parece haber tocado techo en España. Al menos, por ahora. Y los propietarios de viviendas están viendo cómo sus cuota mensuales se disparan a un ritmo vertiginoso. Las subidas de tipos de interés, como las anunciadas por el Banco Central Europeo para este mismo año, afectan igualmente a los ciudadanos. En este punto, CaixaBank lanza varios mensajes a los clientes que cuenten con hipotecas.
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Los precios se han disparado en los últimos meses y el IPC se ha disparado en España, en la eurozona o en los EE. UU. Según explica CaixaBank, el efecto inflacionario se puso en marcha con los llamados cuellos de botella provocados por la recuperación económica tras la pandemia, que llevó a un crecimiento de la demanda que superaba el stock acumulado de productos demandados, y la política de cero Covid de China, una de las fábricas de mundo, que congelaba la actividad de poblaciones cuando la enfermedad aparecía.
«Posteriormente se unieron los precios de la energía (luz o petróleo). Y tras el estallido de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la inflación impactó en el precio de los alimentos. Ante esta situación inflacionista, la respuesta de los principales bancos centrales es subir los tipos oficiales. Las subidas de tipos de interés están siendo generalizadas (con excepciones, como el caso de Japón) con el objetivo de eliminar presiones en el lado de la demanda», añade la entidad bancaria.
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Así, la Fed ha subido los tipos oficiales en 75 puntos básicos y espera situarlos por encima del 3% a finales de 2022, mientras que el BCE subirá sus tipos después de 11 años sin hacerlo.
Con estas decisiones, los bancos centrales están intentando minimizar el riesgo de efectos inflacionarios de segunda ronda. Es decir, que se trasladen a una subida generalizada de salarios, lo que, a su vez, alimentaría el consumo y, por tanto, daría alas a la inflación, en un bucle de más difícil resolución.
Estas medidas tienen también otras consecuencias, por ejemplo, sobre el precio de las hipotecas. Ante este movimiento de los bancos centrales, los mercados financieros han reaccionado con un tensionamiento de las condiciones financieras. Ello se refleja en los mercados interbancarios y en su indicador de referencia, el euríbor, que, en su plazo a 12 meses, ha repuntado desde el –0,50% a finales de 2021 hasta superar el 1,0% en la segunda quincena de junio.
El euríbor es el tipo europeo de oferta interbancaria (Euro InterBank Offered Rate, en inglés); es decir, el tipo de interés al cual los bancos se prestan dinero entre sí a distintos vencimientos (una semana, un mes, tres meses, seis meses y 12 meses).
El euríbor a 12 meses es muy conocido entre los consumidores, ya que es el utilizado habitualmente para ser referencia del precio de las hipotecas. Aunque el BCE no fija el euríbor, sus decisiones lo determinan. Podríamos decir que el euríbor 12M de hoy refleja en cierto modo el promedio al que se espera que estén los tipos a más corto plazo durante los próximos 12 meses, más una prima.
¿Y por qué ha repuntado el euríbor en 2022? Como explica CaixaBank, este aumento del euríbor a 12 meses desde inicios de año se ha producido por un notable cambio en las expectativas de mercados acerca de cómo actuará el BCE frente a las elevadas y muy persistentes tasas de inflación en la eurozona.
El giro del BCE hacia una normalización de la política monetaria (hay que recordar que los tipos venían de niveles históricamente bajos) tenderá a incrementar el esfuerzo hipotecario de los hogares que ya han comprado su vivienda con crédito hipotecario. Sin embargo, dada la mayor contratación de hipotecas a tipo fijo (de más del 60% en 2021 frente a menos del 3% entre 2003 y 2007), la subida de tipos tendrá un impacto limitado en los hogares recientemente hipotecados.
¿Y qué podemos esperar de estas medidas? CaixaBank Research considera que la tasa de inflación general se podría mantener alrededor del 8% durante los próximos meses y probablemente deberemos esperar hasta finales de año para observar una tendencia decreciente.
Además, las presiones inflacionistas, que se observan tanto en España como en el conjunto de los países de la eurozona, obligarán al BCE a aumentar de forma gradual, pero sostenida, los tipos de interés en los próximos meses.
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