La ardua investigación de la Guardia Civil para dar con el sospechoso del asesinato a tiros de tres vacas

A las 22.40 horas del día 24 de junio, una vecina de una zona rural del concejo de Pravia ponía en conocimiento de la Benemérita de la citada localidad a través de llamada telefónica, el hallazgo de tres vacas de su propiedad en el interior de la finca de un vecino, muertas supuestamente por algún tipo de veneno, ya que se hallaban hinchadas.

Al día siguiente, se desplazaron hasta el lugar referido por la denunciante efectivos del Seprona de Grado en unión del veterinario de la compañía de seguros que tiene contratada la dueña del ganado, pudiendo constatar que efectivamente se encontraban tres cabezas de ganado bovino muertas (dos recrías y una adulta).

En la necropsia inicial de las reses, el veterinario apreció que la muerte de al menos uno de los animales se había producido por munición de arma de fuego, lo que dio lugar al inicio de las investigaciones para determinar el autor o autores de dichas muertes.

El resultado definitivo de la necropsia se reveló el hallazgo de orificios de entrada en cada animal, dos de ellos en las cabezas y otro en la barriga «compatibles con lesiones provocadas por munición de arma de fuego, acto vandálico, malintencionado y de sabotaje».

Si bien tanto en la necropsia como en la inspección ocular llevada a cabo por la Guardia Civil en la finca donde fueron localizadas las reses, no se localizaron restos de proyectiles balísticos, ni de casquillos que pudieran determinar el arma con la que fueron realizados los disparos, sí se pudo determinar el diámetro de alguno de los orificios de entrada, siendo este de unos 5,5 milímetros.

Las investigaciones pusieron desde el principio en el punto de mira a un vecino de la denunciante, con el que mantenía una enemistad manifiesta y que además se daba la circunstancia de tener autorización para armas de fuego, siendo el calibre de una de ellas (calibre 22 magnum) compatible con el diámetro de alguno de los orificios (5,5 mm.) y con los desgarros causados.

Asimismo, se pudo comprobar que desde la vivienda del sospechoso hasta el prado donde se localizaron las vacas, hay un acceso a través de un camino, separándolo tan solo 180 metros, hecho que pudo facilitar su llegada hasta las vacas y efectuar los disparos sin ser visto.

Por todo ello, el pasado 8 de julio se procedió a la toma de manifestación en calidad de investigado del mismo, como supuesto autor de un delito contra los animales. Las diligencias fueron remitidas a al área de Medioambiente de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del Principado de Asturias.