Anacardos y sus múltiples propiedades: proteína en vena
Es uno de los productos esenciales en las dietas vegetarianas por sus valores nutricionales, además de ser muy versátil en cocina
Hoy sí traemos otro de esos productos que podrían dispensarse en las farmacias, fieles a la máxima de nuestro gurú Hipócrates: que la comida sea ... tu medicina y la medicina sea tu comida. Hablamos del anacardo, una modalidad de fruto seco que solo aporta buenas propiedades a nuestro organismo. ¡Y sin apenas hipotecas! Las calorías, a lo más. Pero en comparación a lo mucho y bueno que suman…
Lo primero y más importante: los ácidos grasos monoinsaturados. De los buenos, o sea. Como los del aceite de oliva, para entendernos. Eso hace que sean extraordinarios para el sistema cardiovascular y que la OMS recomiende su consumo. Encarecidamente, añadiríamos nosotros. Son útiles para controlar el colesterol y los triglicéridos y la gran cantidad de antioxidantes que aportan los hacen idóneos tanto para el corazón —otra vez— como para combatir los estragos y sinsabores del envejecimiento.
Además, son ricos en magnesio, lo que, en combinación con el calcio, convierte a los anacardos en grandes aliados del sistema óseo y nervioso. Y otro de los grandes aportes de este fruto seco de trazas 'milagreras': gracias a su gran cantidad de triptófano, nos hacen sentir bien y su consumo supone un chute de bienestar y buen rollo. Contribuye a regular el apetito y la temperatura corporal, es excelente para el cerebro y ayuda a mantenerlo activo y en forma, rebaja las dosis de ansiedad y, a la hora de irse a la cama, ayuda… a conciliar un buen sueño. Si será extraordinario este fruto seco de origen brasileño que hasta tiene su propio Día Nacional, que se celebra el 23 de noviembre.
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