Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
INÉS GALLASTEGUI
Jueves, 8 de junio 2017, 01:34
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Bajo el agua. Junto a un volcán. Saltando en paracaídas. En un glaciar. En su afán por que el día teóricamente más feliz de sus vidas sea también el más original, algunas parejas llevan al límite el concepto de una boda 'distinta'. Los libaneses Tommy y Nadine quisieron dejar para la posteridad una imagen refrescante de su enlace y se fueron, vestidos de novios, a hacer esquí acuático a la costa de Jounieh, al norte de Beirut. Afortunadamente, la pareja había contraído antes matrimonio civil en Chipre. De lo contrario, les habría resultado complicado encontrar a un juez dispuesto a calzarse los esquís de agua. Quizá el consabido 'Sí, quiero' se habría perdido entre el ruido del motor de la lancha -que puede superar los 50 kilómetros por hora, dependiendo de la pericia de los esquiadores- y el silbido del viento. También se evitaron un arriesgado intercambio de anillos y el 'Puede besar a la novia': una cosa es posar brevemente los labios sobre la mano de Nadine -en un alarde de romanticismo y equilibrio que honra a Tommy- y otra, intentar un beso a tornillo con todas las de la ley. Habría sido épico. Solo queda desear a los enamorados que su vida conyugal transcurra sin deslices ni resbalones.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Horarios e itinerarios de la Semana Santa de Cádiz 2024
La Voz de Cádiz
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mapa de los restaurantes con estrella Michelin por provincias
Sara I. Belled y Álex Sánchez
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.