Aprende a diferenciar las grasas saludables de las perjudiciales
Las grasas se pueden dividir en tres grupos, dependiendo del tipo de ácidos grasos y de su grado de insaturación
ideal.es
Miércoles, 26 de abril 2017, 11:46
Cuando nos proponemos cambiar nuestro estilo de alimentación el principal objetivo es limitar los alimentos que nos hagan aumentar de peso y correr un mayor ... riesgo de padecer enfermedades. El error lo cometemos cuando eliminamos todo tipo de grasas de nuestra dieta, sin diferenciar las saludables de las perjudiciales.
Aqui te enseñamos a diferenciar las grasas saturadas, insaturadas y trans y los beneficios que algunas de ellas aportan a nuestro organismo.
Las grasas se pueden dividir en tres grupos, dependiendo del tipo de ácidos grasos y de su grado de insaturación:
Grasas saturadas
Tienen origen animal, se encuentran en la carne, la leche y los dereivados lácteos. Aquí también se incluye el aceite de palma, que contiene un 50% de grasas saturadas.
Estas grasas son perjudiciales para la salud. Pueden elevar los niveles de colesterol y aumentan los problemas de circulación.
Grasas insaturadas
Tienen un origen principalmente vegetal, podemos encontrarlas en el aceite de oliva, de girasol, en el maíz y en los pescados ricos en ácidos grasos. Las grasas insaturadas se dividen en dos subgrupos:
Monoinsaturadas: como las del aceite de oliva o el cacahuete.
Poliinsaturadas: como las de las semillas de girasol, aceite de avellana y aceite de algunos pescados que contienen Omega 3 y Omega 6.
Las grasas insaturadas son grasas buenas, muy beneficiosas, pues la mayoría contienen nutrientes esenciales para nuestro organismo. Nos ayudan a controlar el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
Grasas trans
Las grasas trans se encuentran en mantequillas vegetales, margarinas, frituras y bolleria industrial. Estas son las grasas que realmente debemos evitar, ya que suponen un problema para nuestra salud.
Pasan de ser insaturadas a saturadas mediante un proceso de hidrogenación de los aceites vegetales. Aumentan significativamente el colesterol y propician las enfermedades del corazón.
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