«¡Gibraltar tiene que ser inglés!»

- ¿Cómo ha sido el reencuentro con Melendi, el hijo pródigo del concurso?

- Yo siempre he tenido muy buen rollito con él. ¡Es mi favorito! Así que espero que gane.

- ¿Es una buena mamá primeriza?

- Peco de todo lo malo: soy súper protectora, ahora que empieza el verano estoy emparanoiada con los mosquitos, me preocupo demasiado... ¡Soy muy petarda!

- Con lo revolucionaria que es en su vida... ¡Quién lo diría!

- Ja, ja. Sí, pero con el bebé soy una leona absoluta. ¡Me sale la vena protectora!

- Se ha atrevido a desmitificar la maternidad: «No es tan bonita como te la cuentan».

- ¡Es muy dura porque nadie te prepara para ella! De repente, te dan a tu chiquitín en brazos, ¡el parto es un capítulo de terror a parte!, y es muy heavy porque no duermes, tienes los puntos de una cesárea... ¡Y no ves la luz al final del túnel! Piensas: 'Como esto sea así para siempre... ¡Qué pesadilla!' Al no dormir, lo más fácil se te hace un mundo.

- Publicó un libro sobre sexo. ¿Se ha resentido su vida en ese aspecto?

- ¡No! Por ahora no. ¡Estoy muy contenta con mi vida amatoria! (Carcajadas) Además desde los tres meses el bebé ya no duerme con nosotros.

- Ha confesado alguna vez que le encantan los hombres. ¿Por qué su marido fue el elegido?

- ¡Porque me aguanta! Aunque sea poco romántico decirlo. ¡Hice un casting muy largo para encontrarlo! Y desde el principio lo tuve claro, y él también. ¡Fue amor a primera vista! No creo en las medias naranjas pero, como dije en mis votos, haría con él zumo de naranja todos los días.

- ¿Cómo era de niña?

- Era más trasto que Pepe, él es muy bueno, aunque ya apunta maneras. ¡Tiene seis meses y ya pone una cara de pícaro!

- ¿Qué verano recuerda con más cariño?

- Los de mi infancia: iba con la bicicleta por Lekeitio, me ponía morena en la piscina, recuerdo el olor a aftersun y a verano divertido, los primeros ligoteos, las fiestas... Hubo un verano que suspendí cuatro, ¡mi madre estaba muy contenta! (ironía), y nos fuimos a EE UU a hacer la ruta 66. ¡Iba con los libros de matemáticas y de física por allí! (Risas).

«Soy feliz con mis chichas»

- ¿Qué opina del 'Brexit'?

- ¡Te podría hablar de ello ocho horas! Mi hermano, que vive allí, ya me lo anunció. Porque dice que hay muchos señores mayores enfurruñados con los inmigrantes. ¡Y es una pena! Todos los países les deben mucho... ¡Habrá alguno que viva de las rentas, pero no todos!

- ¿Usted también es de: '¡Gibraltar español!'?

- ¡Yo soy de Gibraltar inglés! Me hace gracia que haya un peñón allí y que la gente diga eso de: 'Pásame la cartera que mami quiere comprarme unos candies (caramelos) con el money (dinero)'. Ja, ja. ¡Esa mezcla me vuelve loca!

- ¿Cuál es el secreto para adelgazar tanto?

- ¡He bajado diez kilos! ¿Pero tú sabes aún los que me sobran? Todavía estoy en una 42/44. Me he puesto en forma con una entrenadora. Como estaba recién parida, como quien dice, caminaba cuatro horas al día y ahora ya he empezado a correr y a hacer más ejercicio.

- ¿Cuida mucho su dieta?

- Lo intento, pero no siempre lo consigo. ¡En vacaciones todo son caprichos! Estoy con mi suegra y hace brownies todos los días, ¡y es difícil resistirse!

- ¿Se ha visto obligada a ponerse en forma por la presión social?

- No, la presión social me la pasó por... Le doy la importancia que se merece: ¡ninguna! Lo que me hizo cambiar fue la salud, desde que dejé de fumar tengo hipotiroidismo y engordé. Con el embarazo cogí muchísimos kilos, y a mí me daba igual, pero me dijeron que empezaba a tener rasgos de diabética y de obesa y pensé: ¡Por aquí no paso! Tengo mis chichas y mi celulitis pero estoy muy contenta conmigo misma. ¡Al que no le guste, que no me mire!