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El fundador, en medio, con barba y sombrero blanco. A la izquierda, el hijo del esclavo que le enseñó el secreto del destilado.
El secreto esclavo del Jack Daniel's

El secreto esclavo del Jack Daniel's

El principal bourbon de EE UU, revela que fue un sirviente quien transmitió la fórmula de la destilación a su fundador

borja olaizola

Sábado, 2 de julio 2016, 00:27

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El whiskey con una e intercalada es el que se elabora en Norteamérica. Se suele conocer también con el nombre de bourbon y se distingue del whisky común porque es más oscuro y además deja un regusto dulzón en el paladar. No es una bebida muy antigua, pero sus principales fabricantes han conseguido armar una historia sobre sus orígenes que mezcla el espíritu del emprendedor propio de los colonos de origen europeo con el amor por las cosas artesanas, el handmade. Los bourbon son un valor al alza en el mercado de las bebidas espirituosas: no alcanzan las cifras de ventas de los whiskys escoceses más populares, pero año tras año escalan posiciones en el listado. Los paladares poco entrenados suelen preferirlos al whisky clásico precisamente porque resultan menos ásperos a la hora de echar un trago.

El más conocido (y el más vendido) de los whiskeys es con diferencia Jack Daniels. Su factoría está en Tennesse y recibe todos los años del orden de 275.000 turistas. A todos ellos se les cuenta que el pionero fue Jasper Newton Jack Daniel, uno de los trece hijos de un matrimonio de origen galés que aprendió el oficio de destilador de un predicador de nombre Dan Call. A los galeses, como en general a todos los británicos, siempre les ha acompañado la fama de trasegar grandes cantidades de alcohol, así que la historia resulta convincente. Además, la intervención de un religioso en el proceso proporciona el oportuno contrapunto al relato y todos los visitantes suelen salir encantados de la factoría.

Ley seca

  • Lynchburg. En el pueblo de Tennesse donde nació Jack Daniels rige aún la Ley Seca y la venta de alcohol está prohibida en bares (no así en la destilería). Algunos estados y condados dictaron normas propias que revalidaron la vigencia de la norma que vetaba la venta de bebidas alcohólicas después de que fuese derogada en todo el país en 1933.

Ahora se ha sabido que, en realidad, quien mostró el camino a Jack Daniel para hacer un buen whiskey no fue el pastor, sino uno de los esclavos que estaba a su servicio. El hombre, que se llamaba Nearis Green, era un artista del destilado y reveló a quien sería luego su patrón los secretos para conseguir un bourbon que sobresalía entre todos los que se elaboraban en Tennesse. El detalle lo ha dado a conocer la propia destilería al periodista de The New York Times que se había acercado hasta allí para asistir a la conmemoración del 150 aniversario de la fundación de Jack Daniels. «Nunca ha sido un secreto, pero hasta este momento la compañía había preferido mostrar una determinada imagen sobre su origen. Igual ahora que cumplimos 150 años indica uno de los responsables es un buen momento para empezar a hablar de ello».

Cocina sureña

Jack Daniels, que pertenece al gigante de las bebidas Brown Forman, ha cuidado siempre con esmero su imagen y su estrategia de mercadotecnia es una referencia en el sector. Si da este paso es porque ha llegado a la conclusión de que, lejos que provocar rechazo, conseguirá que su círculo de clientes se amplíe. Es bien conocido que los esclavos trabajaron de forma activa en algunas de las principales destilerías de Estados Unidos y el propio George Washington recurrió a seis de sus sirvientes para poner en marcha una bodega de whyskey en su propiedad de Mount Vernon, en Virginia.

Los esclavos se encargaban de los trabajos más pesados, pero también de los que requerían un mayor grado de especialización. Ellos sabían cuándo había que plantar la semilla para obtener la mejor cosecha o cómo hornear un lechón para que estuviese más sabroso. Muchos de los platos clásicos de cocina sureña tienen su origen en recetas perfeccionadas por las esclavas, que eran las que se encargaban de los pucheros en las casas donde podían permitirse inquietudes gastronómicas. Resulta por ello hasta lógico que los mejores whiskyes saliesen de las manos de los sirvientes, mucho más avezados e inquietos que sus amos a la hora de ensayar fórmulas para mejorar la bebida. Y también con más razones para consumirla y olvidar una vida sin otro horizonte que la sumisión.

Pero regresemos a la destilería fundada por Jack Daniel en 1866. El descendiente de galeses rentabilizó tanto y tan bien las enseñanzas que había recibido del viejo sirviente del predicador que cuando empezó a crecer no dudó en contratar a sus dos hijos. La esclavitud había sido ya abolida, al menos sobre el papel, y los descendientes de Nearis Green formaron parte de su primera plantilla. En una foto de finales del XIX se ve al fundador sentado en las escaleras junto al resto de sus trabajadores. A su derecha aparece un hombre de color que pasa por ser uno de los hijos de aquel esclavo. El pobre Daniel no tuvo demasiado tiempo para disfrutar del dinero que le proporcionó la receta de Green: murió a los 61 años de una infección por una herida que se hizo en el pie al dar una patada de rabia a la pared... Se había olvidado de la combinación para abrir la caja fuerte.

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