Unos abueletes imitan a 'Ocean's Eleven' y roban 20 millones de euros
Al menos ocho ancianos involucrados en el ataque a una joyería reconocida londinense copiando las técnicas de la película de George Clooney y Brad Pitt y arrasaron con oro, zafiros, diamantes, joyas, relojes y dinero
IDEAL.ES
Lunes, 14 de diciembre 2015, 10:52
Al menos ocho ancianos están involucrados en el robo más importante de la historia judicial del Reino Unido. Un hecho que llama poderosamente la atención ... por el modus operandi así como por la identidad de los al menos ocho miembros de una banda, la cual tiene una media de 61 años. Tanto que incluso los medios británicos comparan a esta con la reconocida película Oceans Eleven.
Los juzgados del tribunal de Woolwich, en Londres, celebran desde el pasado 23 de noviembre el juicio contra cuatro de ellos. Otros cuatro, entre ellos el autor intelectual del golpe, de 76 años, ya se han declarado culpables mientras que un tal Basil sigue en paradero desconocido.
El robo se perpetró el fin de semana de Pascua de principios de abril. Los ancianos ladrones entraron en la cámara acorazada de la empresa Hatton Garden de Londres disfrazados como empleados del gas. Descendieron por el hueco del ascensor e hicieron tres agujeros en las paredes con la ayuda de un taladro industrial de diamante. Las cámaras les captaron.
Sin embargo, la tarea les llevó varios días e incluso horas. Tanto que algunos como Brian Reader, uno de los considerados cerebros de la operación, se retiró durante la primera noche. Las escuchas telefónicas llevadas a cabo en el teléfono de Terry Perkins, de 67 años, hacían referencia al mayor golpe de este mundo de mierda, además de otros aspectos como su diabetes y las inyecciones de insulina, que requirió de pausas durante el robo. Otro como Bill Lincoln, de 60, sufría incontinencia y de hecho se orinó encima cuando le detuvieron.
Se les acusa de llevarse el valor de 73 cajas fuertes. Un botín de 14 millones de libras (20 millones de euros) en oro, zafiros, diamantes, joyas, relojes y dinero. Como pruebas se requisaron ordenadores con un historial de vídeos de YouTube donde aparecían técnicas de perforación, libros y otras herramientas.
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