Un policía local a punto de jubilarse pone 205 multas en dos días
"El agente no hizo nada ilegal", dice el Ayuntamiento de Vitoria, pero su "gamberrada", como la define el concejal, ha crispado los ánimos de los automovilistas vitorianos porque para lograr las denuncias colocó el radar fuera de las zonas habilitadas para este fin
ERGIO EGUÍA
Viernes, 17 de abril 2015, 17:49
Lo de los últimos días antes de la jubilación de los policías es una obsesión tan recurrente en las películas y series americanas que ya ... nos parece una suerte de periodo paranormal en el que siempre suceden cosas raras. Supercherías, sí, pero de difícil respuesta cuando luego la realidad nos reafirma en la superstición. Y es que un policía local de Vitoria, coincidiendo con sus últimos días de patrulla, ha sorprendido a todos al presentar nada menos que 205 denuncias por exceso de velocidad en solo dos días, las dos jornadas anteriores a su retiro, sin que tuviera ninguna orden al respecto. Por su cuenta. Las multas, ha aclarado el Ayuntamiento, no se pueden retirar porque "las infracciones existieron y son legales", pero ha calificado el arrebato de "gamberrada".
Una despedida por todo lo alto, podría pensar alguno. Un repentino arranque estajanovista, quizá. ¿Una mañana de furia? Ahora, como ya adelantó EL CORREO a finales de marzo, el agente se enfrenta a un expediente disciplinario. También el concejal de Seguridad Ciudadana, el popular Álvaro Iturricha, cargó ayer contra un policía para el que pidió una sanción. "Desobedeció una instrucción dada de forma clara". Hasta llegó el político a disculparse ante la ciudadanía por "una conducta individual" que no debe repetirse. Y, sin embargo, el funcionario no ha hecho nada ilegal.
En realidad, la polémica no está en las multas. Todos los conductores circulaban por encima de los límites establecidos, por lo que nadie les va a librar del perjuicio económico y la pérdida de puntos. El problema está en que los agentes de Vitoria tienen desde 2013 una orden específica de colocar siempre el radar móvil, instalado en un Ford Focus gris que es famoso en la ciudad, en alguno del medio centenar de puntos concretos señalizados para este efecto. Todos están bien pintados en la calzadas.
Lee el artículo completo en El Correo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión