La increíble historia de dos niñas separadas al nacer que ha conmocionado Francia

Las quejas de las madres no surtieron efecto y ahora, 20 años después, un tribunal ha dictaminado que se les indemnice con 1'88 millones de euros.

Sophie Serrano y otra mujer, que no ha querido desvelar su identidad. Vinieron al mundo una clínica en Cannes en el año 1994. Sophie extrañó entonces de que su hija tuviese más cabello que al nacer, pero una enfermera le explicó que se trataba de los efectos secundarios de la exposición del bebé a las lámparas. "Sólo tenía 18 años. ¿Cómo no iba a confiar en el personal médico?", recuerda. Además, luego se supo que la enfermera que las confundió tenía problemas de alcoholismo. Por si fuera poco, la clínica cerró.

Conforme crecía, Manon empezó a desarrollar un pelo rizado y su piel a oscurecerse. ¿El movito? Sus padres biológicos son de origen criollo. El marido de Sophie expresó sus dudas sobre su paternidad al final la pareja se separó cuando la niña tiene tres años y a los 10. Entonces él reclamó la prueba de paternidad porque no se parecía a su hija.

La prueba reveló que quien durante diez años había creído ser el padre biológico de Manon, en realidad no lo era. Una prueba de ADN también demostró que Sophie no era la madre de la pequeña.

No quedó ahí la cosa ya que 10 años después, las familias conocieron a sus hijas biológicas pero decidieron que no se produjera el cambio. Las niñas prefirieron seguir con sus familias de corazón.

Ahora, Sophie asegura que no quiere volver a ver a su hija biológica, "es demasiado difícil, así que cada cual sigue su camino porque hacer otra cosa es trastornarte. Era la única manera de recuperar cierta estabilidad".