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Sierra Nevada, la última estación de España en ceder al sol
Los empresarios, que mantienen el tipo por la gran afluencia de público, cierran hoy la temporada más corta en 14 años por el clima
Queda inaugurada oficialmente la temporada de playa. Se acabaron los atascos en los túneles del Serrallo, las caravanas se desplazan ahora a la A-44. ... La Sierra ya no es nevada. En el manto blanco las calvas dejan ver el monte y la estación de esquí, con solo cuatro kilómetros esquiables, cierra hoy después de cuatro meses marcados por la afluencia habitual de visitantes y la falta de nieve, salvada con los cañones.
Las pistas granadinas han sido las últimas de España en resistir al sol, el resto aguantó solo hasta el final de Semana Santa. Los empresarios mantienen el tipo en una de las temporadas más complicadas por el tiempo. La afluencia y las cajas son similares a las pasadas campañas. Sin embargo, con el deshielo prematuro y la ausencia de nevadas, la Sierra ha aguantado 123 días abiertas, 131 de duración de temporada, la cifra más baja en 14 años sin contar con las dos temporadas marcadas por la Covid.
En el camino, curvas, curvas y más curvas. Grupos de curiosos ambientan la subida mientras esperan a los participantes de la Ultra Trail, la carrera por montaña de larga distancia de mayor altitud de España con 100 kilómetros de recorrido. Al llegar a Padrollano, el tiempo da un respiro. El termómetro no aprieta tanto como en la ciudad, aunque hay guiris que pasean en sandalias entre el cementerio de escaparates vacíos. Se sientan en las terrazas de los pocos bares que permanecen abiertos a buscar el moreno. Un poco más allá, bajan un goteo de esquiadores por el río. Granadinos y almerienses la mayoría que se han acercado a disfrutar del último día, a la vez que hosteleros y dependientes apilan cajas, mesas y sillas.
El cierre es similar al de las últimas temporada. Los empresarios han tenido más de un mes menos de actividad, pero el público ha respondido. Ordoño Vázquez, presidente de los empresarios de Sierra Nevada, apunta que la media de ocupación en hoteles y establecimientos turísticos se ha situado en torno al 70%. Ha habido picos muy buenos de ocupación en febrero donde se ha colgado el cartel de completo y otras semanas caninos, como en las vacaciones de pascua.
Romper la estacionalidad
«La sensación es agridulce. Los números de la temporada han sido positivos, pero al final nos hemos quedado a la espera de nevada que no ha llegado. En marzo empezó a cambiar el tiempo y no nos ha dado tregua. El mantenimiento de las pistas y los cañones de nieve han sido clave, el trato de los trabajadores de Cetursa y empresarios ha sido excelente. Estamos agradecidos», cuenta. «Felicito a todos los trabajadores de la estación de esquí por hacer esta temporada tan dura llevadera. Los empresarios tendremos que mirarnos de forma distinta e intentar hacer llegar a la administración este mensaje. Nuestra visión sobre la Sierra debe cambiar y buscar también darle un impulso a un parque natural que es un desconocido y que tiene mucho que mostrar. Es necesario romper esa estacionalidad, dependemos del tiempo. Es imprescindible conciliar el cuidado del medio ambiente con el redescubrimiento del parque, al igual que en otros destinos nacionales», reflexiona.
La temporada se estrenó el 3 de diciembre. Los primeros copos se resistieron y la primera gran nevada cayó el 18 de noviembre. Cetursa activó sus cañones para preparase y acoger a los visitantes en el puente de la Inmaculada. Diciembre fue un mes de climatología difícil, en el que se cerró la estación reiteradamente por las fuertes rachas de viento. 8 días ha permanecido cerrada la estación esta temporada.
Algunos monitores harán ahora las maletas para vivir otro invierno, el austral. Por el contrario, algunos empleados buscan cobijo en otros negocios de temporada. Las islas y playas les llaman. En Nuance, boutique de lujo de Sierra Nevada, las trabajadoras desnudan maniquíes que han exhibido monos de nieve de muchos ceros. «No ha ido mal del todo, pero ha habido muchos días que nos mirábamos las caras los empleados de todos los negocios porque no había nadie. Aunque el caudal de extranjeros ha sido importante, nos han faltado los rusos que compraban media tienda», cuenta una de las trabajadoras.
En frente, Pablo Sanpedro, gestor del restaurante el Vertical, es de los pocos bares con la terraza llena. Cerrará hoy temporalmente hasta junio, donde servirá comidas a los obreros de la estación y a los excursionistas. «La temporada ha ido regular tirando a mal ha sido dura, No es la primera temporada que nos encontramos as ni será la ultima. Dependemos de los trabajadores de la estación y estamos a su disposición cerramos hoy abrimos en la temporada de verano, a mediados de junio, para obreros, excursionistas y los que se escapan de la calor», dice con amabilidad el empresario.
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