Rescatan a una esquiadora en Sierra Nevada que se confundió de pista y acabó en el barranco de San Juan
A otras dos personas también les ocurrió, pero estaban en una zona más accesible y se cruzaron con un esquiador que les ayudó a salir
La impresionante nevada caída sobre Sierra Nevada ha derivado en que los esquiadores tienen muchas ganas de deslizarse por las pistas. Sin embargo, salirse fuera ... de los límites del dominio esquiable de la estación entraña sus riesgos. Lo sabe bien la última persona rescatada por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil, una mujer de Toledo de 49 años que se salió de las pistas y acabó atrapada en el barranco de San Juan. El rescate duró unas tres horas, a lo que hay que sumar la hora extra que tardaron los agentes en llegar hasta ella..
Ocurrió este lunes, 11 de marzo, por la tarde. La mujer quería llegar hasta la pista de El Águila, a la que se puede acceder por dos carriles. Ambos estaban cerrados ayer, así que decidió ir por libre. Sabía esquiar bien, pero no conocía la estación al dedillo. Llegó a una curva llamada El foso de los leones, justo donde empieza el valle de San Juan, creyendo que había llegado ya a la pista de El Águila, así que siguió ese camino. Se había confundido.
Siguió bajando y bajando, confusa al no cruzarse con esquiadores. Desvió su ruta cada vez más a la izquierda, buscando, en el peor de los casos, estar cerca de la carretera. Lo que no sabía era que al entrar en el barranco hay un punto en el que no se puede salir esquiando. Su andadura finalizó bastante por debajo del Refugio de San Francisco. Llamó a Cetursa y enviaron a un pistero en moto de nieve a buscarla, sin éxito, así que recurrieron al Greim poco antes de las cinco de la tarde.
Serván Peguero y Ricardo Ballesteros, dos agentes de este grupo, bajaron con los esquís de travesía en su busca, tardando aproximadamente una hora. Había tanta nieve que, cuando tenían que andar, se hundían a veces. Dieron con ella gracias a la ubicación enviada por WhatsApp. Quedaba lo peor: subir. «Ella llevaba esquís de alpino -con los que no se puede escalar-, así que le dimos crampones, le pusimos los arnés y llevamos nosotros encima sus esquís», cuenta Serván. Se les hizo de noche.
Tres horas después la dejaron en su hotel, situado en la estación. Estaba ilesa, pero muy cansada por la inesperada aventura. «Decía que iba a estar esquiando toda la semana y bromeaba con que no saldría de la pista de El Río», destaca el agente. La mujer tuvo suerte porque hacía buen tiempo, si no podía haber sufrido una hipotermia. «El domingo por la noche entró la niebla y la nieve se puso más dura y compacta, lo que permitió que no hubiera avalanchas en la zona», añade Serván.
Otra pareja perdida
Se da la circunstancia de que justo antes de recibir el aviso por esta mujer, el Greim fue alertado por otro tema idéntico. Una pareja extranjera había llegado también por error al mismo lugar, el barranco de San Juan, y no sabía salir. La diferencia era que estaban bastante más arriba que la otra mujer y, por suerte, se cruzaron con un esquiador que les ayudó a salir. Se desactivó el aviso.
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