La Virgen del Rosario a los pies de su retablo dominico

Durante toda la jornada del lunes se ha podido venerar a la Virgen del Rosario en el interior del templo dominico del Realejo. Ya a las diez de la mañana algunos de sus devotos esperaban la apertura de las puertas para contemplar y orar ante la copatrona de la ciudad. Se había trasladado desde el tabernáculo central del presbiterio hasta su retablo espléndido dorado del crucero de la iglesia de los dominicos. Allí, en el altar de veneración instalado por la priostía de la Archicofradía, se ubicó la talla de la Virgen a los pies de un dosel de color burdeos, adamascado, bajo una gran corona que remataba el altar que pertenecieron a un altar efímero que diseñó Gómez Moreno para la Virgen del Rosario. La Virgen se había situado sobre su peana dorada de salida perteneciente al paso procesional, obra de Espinosa Cuadros de 1926, y se presentaba vestida con manto verde de 1904, bordado por la Congregación de las monjas de la Madre Titos Garzón que fue regalo de la familia Rodríguez Acosta. Estaba custodiada por dos paños de cera, candelabros y blandones también con cera encendida y dos fanales de flores con conchas de mar en alusión a su vinculación con la batalla de Lepanto, llamados «coquillage».

La imagen del Niño Jesús que sostiene la Virgen del Rosario también «se había vestido con túnica bordada en color morado en recuerdo de las víctimas de la pandemia», como nos informaba el vocal de protocolo, Alejandro Pérez. El vocal de cultos de la Archicofradía, José Antonio Palma, nos comentó que «estamos muy satisfechos por la respuesta de los granadinos. En ningún momento la Virgen ha estado sola y durante todo el día ha ido fluyendo público y nosotros hemos vigilado porque se cumpliera el protocolo sanitario dispuesto en el interior de la parroquia». El altar que visitaron muchos de los devotos de la imagen se presentaba adornado con rosas, alstroemerias, lisianthus y margaritas, todo ello en tonalidades rosa y blanco.

«Pero el final de estas celebraciones que ofrecemos a la Virgen no termina con estos cultos sino que durante todo el mes de octubre se va a situar la imagen de la copatrona en el altar mayor de la iglesia y se rezará el rosario cada día a las siete y media de la tarde, antes de la Eucaristía diaria», recuerda el hermano mayor. «Hoy estamos con las puertas abiertas para recibir a todo el que lo desee y que quiera venir a rezar ante la Virgen», dice Morillas mientras va recibiendo a los numerosos granadinos que quisieron compartir un rato de este día de fiesta con la Archicofradía y con la Virgen del Rosario.

En cuanto a la acción social que estos cultos tenían como proyecto «las expectativas se han cumplido. Hemos vendido toda la cera que habíamos encargado y muchos fieles la han traído de su cuenta. Se ha llenado totalmente el espacio dispuesto para las velas», como nos informa el vocal de cultos, José Antonio Palma.

Por último, el rezo del rosario dirigido los propios integrantes de la Archicofradía y con la misa que ofrecieron ya por la noche la hermandad de la Patrona granadina a la que acudieron buen número de archicofrades y representación de las Escuelas del Padre Manjón, Ave María, presidida por el párroco de la basílica de Nuestra Señora de las Angustias, Blas Gordo