La Virgen de la Esperanza estará tres semanas retirada del culto para su restauración
«Limpieza, consolidación y refuerzo del soporte» principales fases de la intervención que se realizará en las dependencias parroquiales de Santa Ana».
Será a finales de agosto cuando la imagen de Nuestra Señora de la Esperanza se retirará del culto público en la iglesia parroquial de San ... Gil y Santa Ana, junto a Plaza Nueva, para ser sometida a una intervención de conservación que afrontará principalmente «la limpieza tanto del busto como del candelero» como ha reflejado a nuestro diario el hermano mayor de la cofradía del Martes Santo, Luis Sánchez Martínez. Será el 24 de agosto próximo, sábado, cuando el párroco y consiliario José Gabriel Martín presidirá la Eucaristía de despedida de la imagen, obra de José Risueño. Durante las próximas tres semana se afrontará la intervención que correrá a cargo de los restauradores María José Luis Rivas y Jesús Salas Martínez, licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada y han intervenido anteriormente en obras de la Catedral de Cuenca, de la de Burgos, en el Patio de los Leones de la Alhambra o los monasterios de Santa Isabel la Real, en el de San Bernardo y en la Capilla Real.
La intervención se realizará bajo la supervisión y autorización del Departamento de Restauración del Arzobispado de Granada, que dirigen las hermanas Dolores y Lourdes Blanca López.
Además, ambos restauradores son profesionales que conocen a la perfección la imaginería y escultura de la Escuela Granadina y han intervenido previamente en obras de las familias Mora, José Risueño y Pedro de Mena y afrontan este trabajo durante unas tres semanas hasta devolver a la imagen a su máximo esplendor.
Desde hace un año ya se contaba con todas las autorizaciones oportunas de la Delegación de Patrimonio del Arzobispado de Granada y de Cultura de la Junta de Andalucía «pero como no es una intervención urgente hemos esperado a estas fechas estivales para realizarla» señala el hermano mayor a este diario. Ahora se estaba ya a la espera de la disposición de los autores de la intervención que se espera que esté concluida para la semana de mediados del mes de septiembre.
Limpieza y consolidación.
«Limpieza superficial del busto de la imagen con fijación, consolidación y refuerzo del soporte» asegura el hermano mayor. Además se afrontará «la limpieza, consolidación y refuerzo del bastidor « y en cuanto a la policromía se va a realizar el estucado y nivelado de algunas lagunas que presenta el rostro de la Virgen producidas por los alfileres que se usan en las vestimentas. Además se revisarán los ensambles de la madera producidos por el movimiento propio de este material.
Luis Sánchez asegura que «en líneas generales el estado de conservación es más que aceptable teniendo en cuenta que la Sagrada Imagen no ha sufrido modificación en los más de 300 años transcurridos desde su hechura». El máximo responsable de esta cofradía del Martes Santo asegura que «ni siquiera en el candelero se ha acometido variación alguna».
La Virgen de la Esperanza es una Dolorosa de vestir atribuida a José de Risueño y Alconchez hasta que se comprobó su hechura en la intervención realizada en el año 1993 por un equipo de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Granada, dirigida por Ángela Rojas y Carmen Bermúdez. Entonces se encontró en el interior de la talla un texto con la firma del autor y el año de su realización. Una talla ejecutada en 1718 para la iglesia de San Gil situada por entonces entre las calles Elvira y Plaza Nueva. Primitivamente se advocaba de las Tres Necesidades y se cambió su denominación tras la creación de la hermandad de la Esperanza en 1927, próxima ya por tanto al centenario.
La Dolorosa de la parroquia de Santa Ana mide ha sido intervenida en pocas ocasiones. Se conoce que se le cambiaron las manos a las actuales tras la fundación de la cofradía, encargando las actuales al escultor granadino Enrique Martínez Olalla. La imagen, con una altura de 1.68 metros tiene su candelero original en madera con base circular posee cuatro lágrimas en su rostro y es una de las más personales obras de la escuela granadina de imaginería.
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