Traslado de regreso del Cautivo y la Virgen de la Encarnación a su Monasterio

La misa no solo será un momento de gratitud, sino también una oportunidad para fortalecer los lazos entre los hermanos de la cofradía y la comunidad. Todo el que desee acompañar a Jesús Cautivo junto a su Madre está invitado a unirse a este acto de fe, culminando con el traslado de los Titulares al Monasterio de la Encarnación, su sede habitual. Este momento simboliza no solo el regreso físico, sino también el regreso a la esencia espiritual que representa la hermandad.

El Monasterio de la Encarnación, hogar de esta venerada cofradía, alberga actualmente a once hermanas, cuyas edades oscilan entre los 30 y 93 años. Esta comunidad religiosa se caracteriza por su diversidad cultural, ya que seis de sus miembros provienen de la India y cinco son españolas. Cada hermana, con su historia y su fe, contribuye a la vida espiritual del monasterio, dedicándose con fervor a la oración y el recogimiento.

El trabajo cotidiano que realizan es fundamental para el sostenimiento de la comunidad; se centran en la elaboración de productos de pastelería-repostería monacal. Su labor no solo ofrece sustento, sino que también se convierte en un acto de amor y devoción hacia su vocación. Entre sus delicias, destacan las magdalenas y bizcochos, los exquisitos tocinillos de cielo y las pastas de té, que endulzan tanto el paladar como el alma de quienes las degustan.